13 de noviembre de 2009

Williams por Kazan: Un tranvía llamado Deseo (1951)

Llevar una pieza de Tennessee Williams a la pantalla supone todo un reto. Así lo supieron en su momento Joseph Mankiewicz, John Huston, Paul Newman, Richard Brooks, entre otros directores. El desafío consistía en no solo mantenerse cercano al espíritu de Williams, sino también en graduar las pulsiones de los personajes para que se sostuvieran armónicamente con la misma intensidad. Asimismo, se debía evitar que la naturaleza teatral - marcada por la grandilocuencia -, ganara un terreno significativo ante cámaras. Elia Kazan tenía plena conciencia de ello, cuando decidió realizar la versión fílmica de "Un tranvía llamado Deseo", una de las obras teatrales más descarnadas del conocido dramaturgo. Su trabajo dio como resultado una cinta brillante y poderosa.

La añoranza por un tiempo perdido. Recuerdos de épocas de tules y sedas, de belleza y añeja elegancia, caben en el baúl que Blanche DuBois (Vivien Leigh) ha llevado hasta la calurosa Nueva Orleans, ciudad en la que vive su hermana Stella (Kim Hunter) en compañía de su marido, el agresivo Stanley Kowalski (Marlon Brando).


Blanche DuBois y Stanley Kowalski encarnan a los personajes extremos sin ningún elemento de coincidencia. Provenientes de clases sociales separadas por un abismo, el estallido furioso de la convivencia solo es cuestión de tiempo, ante su negativa de ceder. No obstante, esa diferencia que los repele también los seduce, afirmando la naturaleza contradictoria del ser humano. Ella, con sus maneras sofisticadas y vestidos pomposos es blanco de la desconfianza de Kowalski, que en su condición de inmigrante sufrió los embates y dureza del sector patronal; no obstante, ese encanto incomprensible para él hará que la ronde como la fiera que quiere poseer a la presa. Kowalski, en cambio, representa para Blanche todo aquello que amenaza destruir su armadura de sueños, la negación de esas ilusiones que la sostienen, aunque su ferocidad resulte un juego atrayente por su carnalidad, que es precisamente de lo que ella carece.

Por el carácter de estos roles, la interpretación de los mismos involucró un inevitable duelo actoral. Vivien Leigh está perfecta en su fragilidad y alienación, así como Marlon Brando se muestra insuperable en su brutalidad cada vez más intensa.

Con "Un tranvía llamado Deseo", Elia Kazan situó a dos personajes emblemáticos al mismo nivel. Ambos en defensa de sus trincheras y expresando su sentir de las únicas maneras que conocían: uno con afectación e insania y el otro con violencia y sexo. Tan humanos y, por ello, tan complejos.

4 comentarios:

MANUEL dijo...

Blanche DuBois atenuando la luz de las lámparas con una tela, buscando un ángulo imposible para que no se note su piel demacrada. Y hablándole a Stella con su acento sureño de novios imaginarios rendidos a sus pies. ¡Yo soy Emma Bovary! ¡Yo soy Blanche DuBois!

Héctor Vargas dijo...

Hola Leny. Acabo de terminar de leer tu crítica sobre las películas perunanas después de La teta asustada. Sólo vi una de ella, El premio. El de Bruno Ascenzo fue la mejor según otros comentarios dentro de esos cuatro cortos. Tendré que verlos, también.
No sé si sabes de algún libro de crítica de cine o un blog especializado en eso... necesito saber para meterme en el medio.

Mis intereses: cine y novelas...
Chau...
Y muy buena tu crítica en Quehacer.

Héctor.

Leny Fernández dijo...

Hola Héctor,

Gracias por tus palabras. En el blog he enlazado a diferentes espacios especializados, todos ellos te guiarán. Igual, te recomiendo especialmente La cinefilia no es patriota, Los Cinerastas y Cinencuentro, en estos sitios podrás encontrar críticas, entrevistas y artículos informativos...

Saludos,

Leny

Martín dijo...

Hola, ya que se ha escrito sobre Blanche Dubois, me gustaría mucho que se recuerde a Jennifer Jones, recientemente fallecida, y a quién le toco en suerte personajes memorables en películas clásicas. Emma bovary por ejemplo, sería fantastico que se recuerde a la protagonista de Jennie, Duelo al Sol, Ruby Gentry, La colina del Adios, Carrie, Suave es la Noche y por su puesto La Canción de Bernardete. Ojala le dediques algunas líneas.

Y para cuando un Post de Gene Tierney ???

Saludos