9 de octubre de 2007

"We Accept Her, One Of Us" – Freaks (1932)

Hans (Harry Earles) y Frieda (Daysi Earles), los enanos del circo de Madame Tetrallini (Rose Dione) están comprometidos. Sin embargo, ha llegado al circo la trapecista Cleopatra (Olga Baclanova), quien deslumbra a Hans con su belleza y aparente amabilidad, amabilidad burlesca que después se transformará en el interés más desmedido cuando se entere que Hans es un rico heredero y luego logre persuadirlo para casarse. Lo que Cleopatra ignora es que existe un extraño código moral entre los deformes parte de la troupe del circo. Aunque claro, ellos se encargarán de que no tarde en enterarse.


Hace bastantes años el canal del Estado, canal 7 (hoy TNP), transmitía entre su pobre programación de entonces, algunos programas que valía la pena ver. Uno de ellos era Días de Cine de TVE. Por esos años (más o menos 1992), no existía el cable y Días de Cine aunque transmitido con bastante retraso (y muchas repeticiones, valgan verdades) se convertía en un espacio en el que se podía saber de aquellas películas representativas en la historia del cine o de estrenos europeos que no llegaban nunca por aquí.

Fue en una de las emisiones de este programa español que supe de la existencia de “Freaks”. Si mal no recuerdo, fue en un especial sobre lo grotesco en el cine, en que vi la famosa escena del banquete de bodas y me inquietó por completo. Ver a diversos seres deformes alrededor de una larga mesa cantando “Gooble, gobble, we accept her, we accept her, one of us, one of us…”, mientras se iban pasando una inmensa copa, fue demasiado y debo confesar, en ese momento me pareció terrorífico. En ese entonces, yo tenía 11 años y no mostraba una clara afición por el cine. Las pocas cosas que había visto además de ser una adicta a Pesadilla en Elm Street, Chucky y El Regreso de los Muertos Vivientes en Función Estelar de Canal 2, no eran gran cosa, Rain Man y Tootsie (¿?) se contaban entre mis favoritas y sí veía los programas de cine era no sólo porque me gustaran, sino porque seguía a mi hermana Yeniva – universitaria y asidua a la filmoteca – en todo lo que hiciera, literalmente.

Podrán entender entonces, el hecho que esa imagen haya quedado grabada en mi cabeza como lo más espeluznante que había visto. A medida que iba creciendo, si bien de cuando en cuando veía algo interesante, no me consideraba una cinéfila. Estaba más interesada en el teatro que en cualquier otra cosa, porque según yo, quería ser actriz, así que aún recordando la escena de Freaks, tampoco moría por verla.

No fue hasta hace algunos años que, gracias a la piratería ya me había convertido en algo parecido a una cinéfila (pues aún no sentía una pasión enfermiza como ahora). Y no fue hasta hace un poco más de dos años, que en uno de mis recorridos buscando qué comprar, me topé en uno de los catálogos con la portada del dvd de Freaks. En ese momento afloraron los recuerdos y obviamente la llevé con ansias a mi casa. Desde aquel instante comenzó mi fascinación con Freaks y por todo lo que hubiera hecho su autor Tod Browning. Y claro, se abrieron las puertas de la feliz obsesión que ahora padezco por el cine.


¿Qué es lo que hace que Freaks sea tan fascinante? Pues, para empezar, es la cualidad de atraparnos desde el primer instante. Se nos sitúa en una feria de atracciones. Un animador comienza a contarnos con bastante pompa la historia de una mujer que fue de las más bellas; sin embargo los gritos y exclamaciones de horror de los asistentes al espectáculo, nos hacen presentir que ocurrió algo terrible.

Es a partir de aquí, que nos trasladaremos al circo de Madame Tetrallini y sus más que deslumbrantes personajes. Encontramos a las siamesas Daysi y Violet, Joseph/Josephine (mitad hombre, mitad mujer), La mujer barbuda, Koo – Koo (una persona con una extraña deformidad que la hace parecer un pájaro), El torso viviente (un hombre sin brazos, ni piernas), diferentes enanos y otros ausentes de algunas extremidades superiores o inferiores.

Podría pensarse que sólo se trata de una cuestión de morbo, de un espectáculo que lo alimenta al ver rarezas. Tiene eso, claro (no se puede negar la naturaleza humana), pero Browning cuenta además una historia de maldad, ambición, apariencias, de amores imposibles, de espíritu de grupo y por qué no, también de belleza.

Es que aunque parezca contradictorio, Freaks es una película que nos habla de la belleza y sus aristas. Tenemos la belleza en lo físico que no siempre se condice con los sentimientos, así como en lo no convencional y hasta en lo bizarro. Y es que es imposible no pensar en belleza, cuando tenemos ante nosotros a estos seres bailando y cantando en medio de un bosque, con la felicidad de sentirse a gusto entre ellos, sin miedo de las miradas ajenas y hostiles que tanto temen y que los ha convertido en marginales.

El espíritu de grupo radica en esa marginalidad que los ha transformado en una sola fuerza, regida por un código moral implacable con aquellos que se atrevieran a ofenderlos, quienes nunca imaginaron las consecuencias de sus actitudes hacia ellos, los aparentemente “débiles”.


No es de extrañar la reacción del público ante su estreno en 1932. Se realizaron manifestaciones y movimientos para su censura, pues la tacharon de “horripilante” al mostrar a personas con deformidades reales y que por añadidura incitara a la venganza por mano propia, remitiéndose a la Ley del Talión. Curioso esto último, pues no olvidemos que EEUU ha sido el país que durante toda su historia ha aplicado con sumo rigor la pena de muerte. Quizás sea esto lo que más incomodó a la audiencia: el reconocer sus propios sentimientos en esos seres monstruosos.

Browning que hasta ese momento había sido un director con un relevante éxito, encontró en Freaks su fracaso más estrepitoso, el público no la respaldó y perdió el apoyo de los estudios MGM, quienes retiraron el material, ocultándolo por décadas como si fuera un objeto de absoluta vergüenza, algo que merecía ser enterrado y olvidado. Luego de ello, el director siguió trabajando para la MGM, pero ya no con la regularidad de antaño hasta su retiro en 1939. Siendo en ese período, quizás el film más destacable “The Devil Doll” (Muñecos Infernales, 1936), en el que muestra nuevamente sus tópicos recurrentes: Las apariencias, la maldad y sobre todo el deseo de venganza, aunque esta vez se haya cuidado de la censura al otorgar un final esperanzador y de redención para el protagonista.



El universo de Tod Browning es extraño y fascinante. Nadie como él para retratar lo más oscuro del alma humana, en una época en la que no era nada sencillo decir unas cuantas verdades a la cara de la gente. Y para quienes creyeron que Tim Burton fue el primero en crear un mundo de seres diferentes e incomprendidos, pero no por eso exentos de calidad humana, sólo acérquense un poco a Browning y verán que Burton le debe mucho a este maestro. Además, tal vez se animen a beber de esa inmensa copa con el placer de ser aceptados como “uno de ellos".

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* Una noticia para los lectores de "El Glamour...": A partir de hoy, he comenzado a colaborar con el blog La cinefilia no es patriota, precisamente con este texto sobre Freaks. Así que también dénse una vuelta por ahí, ya que siempre podrán encontrar artículos interesantes y con buen ojo crítico. De otro lado, agradezco a Mario Castro por la invitación para publicar en su espacio, a pesar de llevar poco tiempo escribiendo sobre cine.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

qué bueno... nunca había pensado en la posible relación de esta película y el expresionismo alemán.
después de leerla me parece posible. no sé.

y genial
el momento del ataque de los freaks. perturbador.

saludos!
dul.

Andrés Mego dijo...

Hola

Me gusto la coincidencia de encontrarme en tu blog otro texto sobre el mismo director.

Con "Alonzo, the armless" quedé tan impresionado con Lon Chaney, a quien vi por primera vez, que omití a Browning casi por pereza, pero injustamente.

A mi también me impresionó mucho "Freaks" tambien a partir de la escena del banquete y vista, muy probablemente, en el mismo programa y el mismo canal.

"Dias de cine" es un programa maravilloso, pero con un horario siempre escurridizo. Cuantas veces traté de grabarlo de TVE para tener una hora de otra cosa en la cinta VH. Ahora dicen que lo dan los viernes. Pero a qué hora..

Felicitaciones por el blog, te leeré en la Cinefilia no es.. tambien

saludos