30 de junio de 2008

Porque nunca es tarde para escribir sobre Widmark...

Cuando Tommy Udo hizo su aparición en pantalla, todos intuían qué podía venir, sin embargo jamás imaginaron que ese personaje de extraña risa y mirada fría entregaría una de las escenas más poderosas y electrizantes del cine. Mientras esa anciana en silla de ruedas caía por las escaleras, nacía una nueva encarnación del mal que con fuerza avasalladora irrumpía en el celuloide para quedarse por siempre en la memoria de los espectadores de “El Beso de la Muerte” (1947), la cinta de Henry Hathaway. Un Tommy Udo, que todo vileza, todo perversión, tenía el rostro del debutante actor de 33 años, Richard Widmark.

Un actor que por debutante, no era ningún aprendiz, pues provenía de las canteras de la radio y el teatro. Precisamente en una de las funciones de su primera obra en Broadway “Kiss and Tell”, fue que capturó la atención de Henry Hathaway, quien lo convoca para “El Beso de la Muerte”, obra que marca el inicio de su carrera cinematográfica.

Su siguiente trabajo en “La Calle sin Nombre” (1948), reforzó su imagen de villano, encarnando a Alec Stiles, un gángster con sed de imponerse en el ámbito criminal. Dirigido por William Keighley, este policial se pone al servicio de Widmark, que prácticamente canibaliza la deslucida actuación de su co-protagonista Mark Stevens, mordiendo una manzana o haciendo un simple gesto. Solo eso le bastaba para mostrar toda la dimensión de un personaje oscuro, para el que el crimen es el medio con que se cobran las deudas de lealtad.

Aun interpretando a estas ruines personalidades, Richard Widmark no podía ser identificado como el “malvado definitivo”, básicamente por su complexión física. Asimismo, estaba lejos del porte de galán que tanto éxito tenía en Hollywood. Por el contrario, su aspecto delgado y de poca belleza, lo acercaba a personajes de cine negro del tipo de Walter Neff en “Perdición” (1944) o de Al Roberts en “Detour” (1945), quienes conformaban junto a otros una galería de memorables perdedores. Un espacio privilegiado se reservaría para él.

La oportunidad de ocupar ese lugar llegó en 1950, de la mano de Jules Dassin, que filmó en Londres “La Noche y la Ciudad”. En esta cinta, Widmark interpreta a Harry Fabian, un pobre iluso que quiere ser alguien, pero para el que todas las puertas se cierran, teniendo que vivir a salto de mata, siempre huyendo, siempre apurando un paso que lo conduce inevitablemente al abismo. El actor entregó una de las mejores caracterizaciones del perdedor que no se resigna a su condición.

Con “La Noche y la Ciudad”, Widmark dio inicio a la década más fructífera de su carrera, con 26 largometrajes en total, entre los que se destacan - además del filme dirigido por Dassin - sus colaboraciones con Elia Kazan en “Pánico en las Calles” (1950), película en la que variando el registro, su personaje estaba de lado de la ley; con Joseph Mankiewicz en “Un Rayo de Luz” (1950), cinta en la que encarnó a un criminal sureño racista y rabioso que la emprende contra un joven médico negro (Sidney Poitier). Así también se puso a las órdenes de Samuel Füller en la formidable “Manos Peligrosas” (1953), dando vida a Skip McCoy el ladronzuelo cínico que por el robo de una cartera, se convierte sin quererlo, en el objeto de cacería del FBI y de una facción de espías comunistas.

El western también fue el género en que Widmark, se desplazó como pez en el agua. En “La Ley del Talión” (1956) de Delmer Daves, realizó una de sus caracterizaciones más recordadas: Comanche Todd, un indio blanco que es cazado cual animal salvaje por cobrar venganza contra los hombres que asesinaron a su familia, pero que insospechadamente se convertirá en la tabla de salvación para parte de la escuadrilla que lo perseguía. Un filme violento y apasionante en el que los conflictos internos de los personajes son develados y subrayados como ejes de la cinta, y que a pesar de un final notoriamente forzado, es un disfrute visual y dramático en el que Widmark se lució una vez más. Otras películas del género protagonizadas por el actor fueron “Dos cabalgan juntos” (1961) y “El Gran Combate” (1964), de John Ford en las que interpretó a personajes íntegros, escuderos de la justicia y el orden.

Hacia finales de los sesenta, filma “Brigada Homicida” (1968) de Don Siegel, una cinta policial de impactantes escenas de acción cubiertas por un halo de pesadumbre, en la que Widmark daba vida al veterano detective Daniel Madigan, al que no le importa tomar caminos sucios para hacer cumplir la ley.

A pesar de sus excelentes trabajos, solo fue nominado al Oscar una vez por “El Beso de la Muerte”, ocasión en que no logró hacerse del galardón. Por si fuera poco, la Academia corroída por un Alzheimer feroz, dejó pasar los años desde su retiro en 1991 sin brindarle una estatuilla honoraria en compensación por las omisiones a una trayectoria impecable. Su partida el 24 de marzo pasado, supuso una conmoción entre todos aquellos que disfrutamos sus magnéticas apariciones en pantalla y para los que el codiciado hombrecito dorado se hace cada vez más vano.

13 de junio de 2008

La explosión de la Antigua Carne: Videodrome (1983) de David Cronenberg

¡Ah, Cronenberg! Las sensaciones que puede provocar. Inserta el cassette de video en mi mente y definitivamente cambia, todo cambia. Labios deseosos en pantallas vívidas, aparatos que pueden sentir y dejarse sentir, pistolas que se funden con la carne, abdómenes-vagina, abdómenes-videocassettera. Todas estas imágenes se alojan en mi cerebro y sé desde un primer momento que éste las acogerá de forma perenne. Sé que casi nada será igual.

El director canadiense conoce a su público ávido de pasear por territorios sinuosos, por eso Max Renn (James Woods), nos resulta desde un primer momento tan simpático, tan familiar, es fácil abrazarlo como hacemos con un viejo amigo. Es Presidente de Civic TV (a captar la ironía) que como no podía ser de otra manera, emite los programas tachados de “inmorales”: la pornografía más soft, el erotismo entretenido y coreográfico y violencia calificada como excesiva. Y claro, si su canal se atreve a transmitirlos es porque existen espectadores, gente que espera más emociones, más “diversión”. Entendemos que quiera dar un paso más (“Estoy buscando algo que rompa barreras. Algo brusco”). Entendemos su fascinación cuando ve ese programa extraído de una señal pirata en el que una muchacha es desnudada y torturada. “Brillante… No puedes dejar de mirarlo… Es increíblemente realista”, comenta Max. “¿Cuál es el nombre?”, pregunta. Videodrome, es la respuesta.

Videodrome. Videodrome. Videodrome. El nombre da vueltas y captura a Max. Nos captura. El cassette comenzó su trabajo. O sería mejor decir: Cronenberg empieza su labor de trepanador.

Ingresamos entonces a esa realidad personal, que se impregna, que fascina y cuestiona. El director nos atrapa usando nuestras propias redes y de ahí parte también la extrañeza que sentimos (¿O es que acaso no te has sentido levemente identificado con Max?).


El realizador de “Shivers” y “Rabid”, dispara a los medios de comunicación, concretamente a la televisión. Lanza este dardo y causa la reacción esperada en todos aquellos que en plena década de los ochenta se sentaban frente al televisor horas de horas, en la que los canales a través de su programación ejercían la principal influencia en las masas, llegando a convertirse en el ente manipulador por excelencia. En una sociedad basada en el poder de la imagen, la pantalla de TV es la retina del ojo de la mente, como bien menciona uno de los personajes.

El hombre y su relación con la ciencia - tecnología ha sido un tema esencial en el cine de David Cronenberg. Su función que en un inicio es renovadora, se manifiesta luego superior al hombre, buscando revelarse ante su padre, fundirse con su carne. Lo lleva hacia una destrucción - liberación del cuerpo, pero antes debe hacer que descienda a los sótanos más oscuros de su psique donde lo espera una realidad paralela de ensoñaciones atemorizantes.

Max con Videodrome instalado mediante de un tumor en el cerebro, recorre uno a uno los círculos de su infierno personal. A diferencia de Dante a él no lo acompaña Virgilio, sino las imágenes tentadoras de una Nicki Brand (Deborah Harry) lacerándose, hundiendo cigarrillos quemantes en su piel. La señal de video lo controla, mueve sus hilos, pero está muy lejos de saber que los titiriteros son unos puritanos que quieren impulsar un nuevo orden, “limpiar” esa sociedad pegada a los monitores. Sin embargo, ya es demasiado tarde para ellos, pues la Antigua Carne debe explotar y dar paso a una fresca y nueva. Una Nueva Carne que es una declaración de principios contra lo arcaico, que se alza como un ser distinto, superior en ese encuentro del cuerpo con la tecnología y que convoca a Max a través de la voz seductora de Nicki, quien lo espera observando su renacimiento al otro lado de la pantalla. Una Nueva Carne…¡Larga vida a ella!

2 de junio de 2008

Ciclo "24 Viñetas por Segundo" en el Cinematógrafo de Barranco


Una grata noticia para los cinéfilos y en especial para los amantes del cómic. El blog "El Jardín de las Delicias" y El Cinematógrafo de Barranco, están organizando durante todo el mes de junio, el ciclo "24 Viñetas por Segundo´". Un excelente recorrido por el fascinante mundo del noveno arte y sus diversas adaptaciones en el cine.

El ciclo se ha dividido en 04 volúmenes: cómic europeo, cómic independiente norteamericano, manga y cómic de terror. Las proyecciones de los sábados serán presentadas por César Santivañez, creador de "El Jardín...", días en que, por si fuera poco, se sorteará un cómic. En definitiva, un ciclo imperdible.

Aquí la programación:

VOLUMEN I: CÓMIC EUROPEO


JUEVES 5
7:45pm Kriminal (Humberto Lenzi)


VIERNES 6
7:30pm Heavy Metal (Gerald Potterton)


SÁBADO 7
6:15pm Danger: Diabolik (Mario Bava)


DOMINGO 8
4pm Asterix y los Vikingos (Stefan Fjeldmark y Jesper Moller)
5:15pm Heavy Metal 2000 (Michael Coldeway y Michel Lemire)


LUNES 9
8pm Barbarella (Roger Vadim)


MARTES 10 (Martes de Documental)
6:15pm Tintín y Yo (Anders Ostergaard)


VOLUMEN II: CÓMIC INDEPENDIENTE NORTEAMERICANO


JUEVES 12
7:30pm Heavy Traffic (Ralph Bakshi)


VIERNES 13
7:30pm El Gato Fritz (Ralph Baskshi)


SÁBADO 14
5:40pm Cool World (Ralph Bakshi)


DOMINGO 15
4pm Mafalda: La Película (Carlos Márquez)
5:15pm Las Nueve Vidas del Gato Fritz (Robert Taylor)


LUNES 16
8pm Ghost World (Terry Zwigoff)


MARTES 17 (Martes de Documental)
6:15pm Mira en el Cielo: La Increíble Historia de Superman (Kevin Burns)


VOLUMEN III: MANGA


JUEVES 19
7:45pm Hiroshima (Mori Masaki)


VIERNES 20
7:20pm Ghost in the Shell (Mamoru Oshii)


SÁBADO 21
6:15pm Metrópolis (Rintaro)


DOMINGO 22
4pm El Invencible Hombre de Hierro (Patrick Archibald y Jay Oliva)
5:20pm Ghost in the Shell 2: Innocence (Mamoru Oshii)


LUNES 23
8pm Akira (Katsuhiro Otomo)


MARTES 24 (Martes de Documental)
6:15pm Crumb (Terry Zwigoff)


VOLUMEN IV: CÓMIC DE TERROR


JUEVES 26
7:45pm Cuentos de la Cripta (Freddie Francis)


VIERNES 27
7:45pm La Cosa del Pantano (Wes Craven)


SÁBADO 28
6:30pm Man-Thing (Brett Leonard)


DOMINGO 29
4pm Corto Maltés, la Película (Pascal Morelli)
5:30pm Batman: La Máscara del Fantasma (Eric Radomski y Bruce W. Timm)
6:45pm Ichi the Killer (Takashi Miike)


LUNES 30
8pm Creepshow (George A. Romero)


MARTES 1
6:15pm Daredevil: Versión del Director (Mark Steven Johnson)
8:30pm Sin City: Versión Extendida (Robert Rodríguez y Frank Miller)

Por si no conocen El Cinematógrafo, la dirección es Pérez Roca 196 (altura de la cdra. 4 de la Av. San Martín). Ah! y el costo de la entrada es de S/. 6.00.