tag:blogger.com,1999:blog-81617238176987037422024-03-05T16:52:12.673-05:00El glamour de MargoLeny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.comBlogger83125tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-38289407629839719472013-09-16T19:30:00.003-05:002013-09-16T19:31:54.655-05:00Pastillas para no soñar: Batalla en el cielo (2005) y Post Tenebras Lux (2012) de Carlos Reygadas<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Batalla en el cielo</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDs2puQfO7s9yasm8bTEi69YLaDK0Skf2w0g2EAKnNJPA0y0g8DaENrZNnLO1MkbpkvUunV9SqqQp6B7l_aMhRhRvc_6L0Nz4f60HWMkK_daoPOeC4MPc7Y9Z-nK_VnxJv9GGoF8xbqqsa/s1600/batalla+en+el+cielo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDs2puQfO7s9yasm8bTEi69YLaDK0Skf2w0g2EAKnNJPA0y0g8DaENrZNnLO1MkbpkvUunV9SqqQp6B7l_aMhRhRvc_6L0Nz4f60HWMkK_daoPOeC4MPc7Y9Z-nK_VnxJv9GGoF8xbqqsa/s320/batalla+en+el+cielo.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De manera opuesta a <b><i>Luz silenciosa</i> </b>(2007), <b><i>Batalla en el cielo</i> </b>es el título que logró menos consenso entre los
especialistas. Su carácter confrontacional, desde el inicio –secuencia en la
que se observa la práctica, en primer plano, de una felación–, fue confundido
con efectismo pueril y, por ello, se la rechazó de inmediato. Se perdió de
vista el conjunto y lo congruente que resultaba esa imagen con un retrato del
México citadino, cosmopolita, aunque cada vez más anegado en el vacío y la
desconexión –aspectos, estos últimos, insoslayables, si se quiere descifrar buena
parte del cine de <b>Reygadas</b>. Tanto no se pueden obviar, que ellos constituyen el
punto de partida para que se desaten las pulsiones y, así, explote, con
fiereza, lo recóndito, lo que se suele maquillar. Para el director mexicano, el
costado más crudo del ser humano es lo que permanece inmutable y como tal, solo
a través de él se puede establecer un reencuentro, una reconciliación con el
otro (que es, a la vez, todos los hombres) en un nivel igualitario. Y el
vehículo para alcanzar ese estado de “paz” es el cuerpo resuelto al placer,
pero que también se entrega al dolor y/o busca infligirlo. En ese sentido, en
la historia de Marcos y Ana –un chofer de familia rica, y una joven adinerada
que se prostituye a cualquier precio–, no es gratuito que el sexo y la sangre vayan
de la mano. Por el contrario, en <b>Batalla
en el cielo</b>, Reygadas no hace más que trazar un camino en el que crimen, goce
y muerte se equiparan a la purificación más profunda.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b>Post Tenebras Lux <o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><br /></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
La aparición de un demonio; el derroche
orgiástico de los cuerpos; y violentas mutilaciones, son parte del entramado
que ofrece la última cinta de <b>Carlos Reygadas</b>. Cóctel que resultó intragable
para algunos que, incluso, invocaron la figura de Luis Buñuel para increpar al
director por acometer un “insustancial juego de luces”. No obstante, si no se
ve nada más que eso en el filme, es porque, simplemente, no se quiere.
Centrarse en el artificio, sin reflexión, fue la respuesta a la aspereza de
<b>Reygadas</b>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En <b><i>Post Tenebras Lux</i>,</b> un matrimonio deja la ciudad, para internarse en
una acomodada hacienda provinciana. La premisa sirve al cineasta para escarbar,
una vez más, en la crueldad asimilada como lo cotidiano, como un estado ante el
que no cabe la sorpresa, solo la adhesión. Un mundo en el que los rezagos de
arrepentimiento o justicia se pueden manifestar en estallidos que reclaman
sangre. La escena en la que ocurre una decapitación –en medio de una tormenta
de tintes apocalípticos– ejemplifica bien dicho aspecto.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
A tales características,
coherentes en el universo <b>Reygadas</b>, se suma una valentía que logra destacar
esta película del resto de su filmografía. Y es que la libertad –en un sentido
más asociado a la desfachatez– se respira en <b><i>Post Tenebras Lux</i></b> desde su construcción a nivel narrativo y visual:
la linealidad se torna borrosa, con esos insertos oníricos y otras imágenes que
remiten a la vacuidad; mientras la cámara transita, de la acostumbrada quietud
reveladora de su cine, a la alienación propia de un registro desbocado que
sintoniza con el sentir de sus personajes. Un frenesí lisérgico cuya
importancia no podemos dejar de reconocer y aplaudir.</div>
Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-9377513219238710012013-09-04T00:00:00.001-05:002013-09-04T00:01:26.735-05:00Caterpillar (2010) de Kôji Wakamatsu<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDJq6MsQtSVhqN_DN2H6IVjXiLjcWpayFMI9yye039SwV8kGB_wqmOMeiRtKfbjEvlCB1hwZakRYn8XZJguUT0XLTRJdmxK01PaBZOxsYCPZkrTMDxUXmCilTJQJik5ERn_Y4hZEGVOBHw/s1600/Caterpillar-Movie-Poster.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDJq6MsQtSVhqN_DN2H6IVjXiLjcWpayFMI9yye039SwV8kGB_wqmOMeiRtKfbjEvlCB1hwZakRYn8XZJguUT0XLTRJdmxK01PaBZOxsYCPZkrTMDxUXmCilTJQJik5ERn_Y4hZEGVOBHw/s320/Caterpillar-Movie-Poster.jpg" width="227" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se ha dicho que esta película es
un manifiesto antibelicista. Y lo es, pero solo en cierta medida. <b>Kôji Wakamatsu</b> no se limita a mostrar el rostro de la guerra desde el punto de vista
de las víctimas civiles sojuzgadas por un ejército avasallador, o a poner
énfasis en el infortunio de los combatientes. Lo que busca el realizador
japonés es más osado – y, por lo tanto, incómodo: no dejar a ninguno a salvo de
la villanía, lograr que esta condición se confunda, se filtre entre el
arrepentimiento, la compasión, el afecto. El resultado de esa mixtura contradictoria
es poderosamente perturbador. Como todo su cine, <i>"<b>Caterpillar"</b></i> parece nacido de las entrañas.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Fui testigo del desasosiego presente
durante una proyección de esta cinta. La idea de enfrentar el horror, desde los
primeros minutos –el filme muestra el retorno al hogar de un respetado oficial
japonés, tras quedar sin piernas ni brazos durante un bombardeo ocurrido en el
desarrollo de <st1:personname productid="la Segunda Guerra" w:st="on">la
Segunda Guerra</st1:personname> con China en 1940-, fue demasiada crudeza para
muchos. Esto porque la honestidad de <b>Wakamatsu </b>no se permite apelar a la
complacencia (ingrediente indispensable para un drama conmiserativo) y, más
bien, apunta a mirar esa “monstruosidad” muy de cerca. Los muñones y cicatrices
expuestas, en primer plano, ayudan en esa pretensión. Sin embargo, es el desnudar
de las almas lo que hace posible que esa realidad pueda palparse. Cuando los personajes
principales (el militar lisiado y su esposa) se quitan las máscaras de heroísmo
-desde su posición de remordimiento, él, y de resignación, ella- para dar paso
al insano placer de someter al otro, el oscuro laberinto planteado por el
director de <i>"</i><b style="font-style: italic;">Shinjuku mad" </b>(1970) se concreta
con brutalidad. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El desconcierto que genera <b><i>"Caterpillar"</i></b> se apoya, también, en el
clima creado alrededor de la pareja protagónica. Más allá de la fiereza
desatada en la pequeña casa familiar, los habitantes del pueblo no cejan en sus
discursos “bienintencionados” acerca de
la situación a la que están obligados a vivir. La asfixia del hogar se replica
en los campos vastos, en las actividades recreativas (y patrióticas) de la
aldea, siempre aferrada a una gloria ausente. La fotografía, de tonos ocres,
refuerza esta sofocación y la opacidad del día a día. En ese sentido, el
tortuoso final supone el esperado estallido de la procesión interior de los
personajes. Un calvario que, a pesar de la aspereza mostrada, aún reservaba un
último grito de furia.</div>
Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-28123315970179941972013-09-01T18:42:00.001-05:002013-09-01T18:57:43.752-05:00Le Havre (2011) de Aki Kaurismäki<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqcWRsodU8luzWUPklO4uSp7CVtDxZw-W5EmXpqkKlcw8m6nquSsmhcFhst8CYrtU1dGIpyZMo1egz2FsxgFm3MwMmtyshqmurL8orKZVQgxe62NJ0BP4E32XPM55polCWJ7kdfAO_MZvv/s1600/le+havre.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqcWRsodU8luzWUPklO4uSp7CVtDxZw-W5EmXpqkKlcw8m6nquSsmhcFhst8CYrtU1dGIpyZMo1egz2FsxgFm3MwMmtyshqmurL8orKZVQgxe62NJ0BP4E32XPM55polCWJ7kdfAO_MZvv/s320/le+havre.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Contar con cualquier título de <b>Aki Kaurismäki</b> en nuestra cartelera, significa saber que podemos apreciar una perfecta balada de los marginados, de los desvalidos. Sucede también que, a pesar de tener ésta una tonada reconocible, cada vez la sentimos renovada, fresca. Porque <b>Kaurismäki </b>vuelve a los mismos temas, pero ninguna película suya es igual a otra de su carrera. “Repetición” no es una palabra que sintonice con los maestros. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y es que las reflexiones sobre la humanidad, y el camino cada vez más pedregoso que esta toma, no dejan de ser una preocupación para el director finlandés. En un mundo atrapado por la individualidad y el cinismo, <b>Kaurismäki </b>se encarga de rescatar a los sobrevivientes del trajín diario, a esos que no se dejan vencer por las dificultades que acarrea su posición en la sociedad. Esta vez es Marcel Marx (<b>André Wilms</b>) –un lustrabotas de avanzada edad–, aquel que no solo procura llevar unas monedas a casa para seguir en la brega junto a su esposa Arletty (<b>Kati Outinen</b>), sino que, además, pretende ayudar a Idrissa (<b>Blondin Miguel</b>), un niño africano buscado por las autoridades dado su ingreso ilegal a Francia. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Como en otras cintas de Kaurismäki, Marcel es un adalid de la rebeldía (no solo se trata del guiño con el apellido ilustre), pues sus protagonistas son “creyentes”, en el sentido de persistir, de tener fe –no nos referimos, por supuesto, a lo místico o religioso. A diferencia de los otros personajes, y de los espectadores mismos, héroes como la Ilona de <i><b>“Nubes pasajeras”</b></i> (1996) o el Koistinen de <b><i>“Luces al atardecer”</i></b> (2006), asumen los apremios como parte de la vida, y continúan. El pesar y/o la decepción pueden embargarlos, pero no hay tiempo para lamentarse. En una secuencia de <b><i>“Le Havre”</i></b> bien le dice Marcel al pequeño Idrissa: “¿Has llorado? –No– Mejor, no sirve de nada”. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En ese sentido, tras esos rostros que aparecen inexpresivos y hasta impenetrables, las criaturas de <b>Kaurismäki </b>contienen el desánimo, pero también abrazan el humor. Un humor inconsciente, que no pretende hacer reír a su interlocutor dentro de la escena, pues todo lo que dicen es aseverado con convicción, con la honestidad de sus propósitos. La escena en que Marcel arguye un improbable albinismo, para ingresar a un refugio de inmigrantes africanos, es un buen ejemplo de este punto. Muestras de ingenuidad que divierten por su extrañeza –acostumbrados, como estamos, al descaro cotidiano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Esas pinceladas de humor no nos distraen, claro está, de la dura crítica al sistema económico y social europeo. Realidad en que los pobres se las ingenian para no ser aplastados, y en que los inmigrantes son vistos como un lastre que hay que combatir. Es, especialmente, en este último aspecto, en el que <b>Kaurismäki </b>levanta la voz por aquellos que no pueden hacerlo, cuando muestra la cacería de la que es víctima Idrissa –una que, además, es atizada por los titulares de los diarios–.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikB7ITR5iQZMZSkzhQEZKNtDe4QYWu15bwlg41S5M1T63v5YuI5Gu7zgKBJxFrnFeeSwwvVdK09BqDGJeO69pyZRnkClFtnxoFneJrwTU4bsNPCERl39nw93QPzw6A0c2Ixdm5EJevwotc/s1600/le+havre1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikB7ITR5iQZMZSkzhQEZKNtDe4QYWu15bwlg41S5M1T63v5YuI5Gu7zgKBJxFrnFeeSwwvVdK09BqDGJeO69pyZRnkClFtnxoFneJrwTU4bsNPCERl39nw93QPzw6A0c2Ixdm5EJevwotc/s320/le+havre1.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La mecanización de las autoridades, y la falta de turbación de los sectores más solventes –frente al drama vivido por el niño– también son espetados por el director de <b><i>“La chica de la fábrica de cerillas”</i></b> (1990). <b>Jean-Pierre Léaud</b> en gabardina, como el personaje que da aviso a la policía para que ésta atrape al chiquillo en una estación, no puede ser casualidad. El solo hecho de que el actor fetiche de <b>François Truffaut</b>, el mítico Antoine Doinel, anciano ya, sea quien denuncie a un pequeño marginal, como él lo fue en <b><i>“Los 400 golpes”</i></b> (1959), nos dice mucho de la propia condición de Francia y de otros poderosos países con los que comparte continente. Asimismo, es una muestra de que los tiempos actuales no libran de la deshumanización, ni siquiera a aquellos que fueron símbolo de la inocencia y de las ansias de libertad. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aki Kaurismäki vuelve a filmar en la tierra de <b>Robert Bresson</b> –referencia indiscutible en su cine–, luego de casi dos décadas desde <b><i>“La vida de bohemia”</i></b> (1992), y traslada su paleta de tonos cálidos a ese puerto en la región de Normandía. Unos colores que se hacen más intensos en interiores, en los que sabemos domina la escasez. De ese modo, la belleza de la fotografía pareciera equiparse a la esencia de sus personajes principales que, dada su entereza, resisten en un entorno de sombras y adversidad. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Un elemento que se hace presente en <b><i>“Le Havre”</i></b>, y, quizás, con más notoriedad que en otras cintas del finlandés, es la “gracia” que toca a los personajes. Y ya no hablamos solo del caso de los protagonistas –cuya transformación, hacia el final, se podría denominar hasta “milagrosa”, sobre todo en el caso de Arletty y del agente policial Monet (<b>Jean-Pierre Darroussin</b>), encargado de encontrar a Idrissa–, sino de los que en un inicio se mostraron indiferentes con la situación de Marcel. El vendedor de verduras, por ejemplo, se torna, luego, en una de las personas clave para el cambio de suerte del niño africano. La ventura que desencadena el accionar desinteresado del lustrabotas –con apellido revolucionario– alcanza, también, a una pareja mayor, que se separó por desavenencias en el hogar. El momento de reencuentro, y el perdón mutuo, es coronado por un brillante haz de luz, a manera de bendición. Es la gracia que se instala, para no abandonarlos jamás. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Finalmente, la música, tan importante en el cine de <b>Kaurismäki</b>, se hace presente con <b>Carlos Gardel</b>, por supuesto. Pero quien se lleva las palmas es el gigante <b>Little Bob</b>, que, al son de “Libéro”, y en menos de cuatro minutos, nos regala una secuencia memorable que, además, es medular en el posterior saldo de acontecimientos. En <b><i>“Le Havre”</i></b>, el arte colabora en la construcción de la tabla de salvación para el más desprotegido de los seres.
</span></div>
Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-40598306447003528462012-11-08T20:55:00.004-05:002012-11-08T21:02:21.231-05:00White dog (1982) de Samuel Fuller<!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Probablemente se trate de una de sus
películas más desgarradas y sentidas. Aún así, <i><b>"White dog</b>"</i> no deja de ser rabiosa y desbordada en esa alienación
siempre presente en el cine de <b>Samuel Fuller</b>. Condición que, esta vez, se
deposita en el cuerpo de un pastor alemán blanco, cuyos impulsos lo obligan a
atacar a toda persona de piel negra que aparezca en su camino. Un argumento que
inquieta por su terrible premisa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">De alguna manera, los
protagonistas del universo del director estadounidense son los mismos que se
replican una y otra vez. Ya sea un hábil ladronzuelo en <i><b>"Pickup on South Street</b>"</i>; una mujer que abastece de licor -y de algo
más- a oficiales de la armada en plena Guerra de Vietnam en <i><b>"China Gate"</b></i>; o un detective de raíces
japonesas en <i>"<b>Crimson Kimono"</b></i>; lo que
ansían -cansados de bregar en una realidad adversa- es una oportunidad para
encontrar sosiego. Por supuesto, no siempre pueden ser conscientes de ello,
razón por la que ese descubrimiento propicia una cruel batalla interior.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">En el caso del bestial personaje
principal de <i><b>"White dog"</b></i>, esa aciaga
cotidianidad a la que se hizo alusión deriva de unas pulsiones que, aunque
propias, no tienen origen en su naturaleza, sino en una conducta aprendida. Una
violencia que el protagonista descarga con la misma ferocidad con que se la
inculcaron; pero con una diferencia fundamental: su agresividad extrema solo
escuda su profundo terror, por saberse el más frágil, el ser más vulnerable de
todos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmF4oMt1bWex9frTo7nPLOrguHHs85Qp5NrmhSStdBK-6hZFRtupkry0dPfgCsiwMjm-hcM2Xh2Z8AjbLvV9HrwvpIKW2_sdsLvRQEaSzea-Fkecp1lgGzkUN6RUpPwbsKxcKGMKBodMcs/s1600/White+dog+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmF4oMt1bWex9frTo7nPLOrguHHs85Qp5NrmhSStdBK-6hZFRtupkry0dPfgCsiwMjm-hcM2Xh2Z8AjbLvV9HrwvpIKW2_sdsLvRQEaSzea-Fkecp1lgGzkUN6RUpPwbsKxcKGMKBodMcs/s320/White+dog+2.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Extirpar ese “racismo”, revertir
ese estado de demencia que se traduciría en una existencia tranquila y alejada
de la marginalidad en la que se halla –debido a su peligrosidad–, no se
vislumbra como una tarea sencilla. Y es que, ¿podría esta criatura confiar
nuevamente en la bondad de los hombres? ¿O al menos en la de un solo hombre? <b>Fuller
</b>nos coloca de cara a ese intento de transformación, cuyo proceso no parece ser
aceptado por su protagonista. La secuencia en la que escapa del centro de
reeducación –huída que, incluso, le ocasiona dolorosas heridas, producto del
esfuerzo físico– confirma su espíritu <i>outsider</i>,
inherente al perdedor que le pone trabas a su propia paz por estar acostumbrado
al infierno, el único estado que conoce bien. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">Alucinada, violenta, esta es una
de las cintas que ejemplifica, a cabalidad, la definición que Sam Fuller
hiciera del cine en <i><b>"Pierrot, le fou"</b></i>.
Durante 90 minutos nos emociona, nos golpea, nos deja exhaustos, nos imprime
marcas indelebles. Para cualquier cinéfilo, hay un antes y un después de las
furiosas dentelladas de <i><b>"White dog"</b></i>. </span></span></div>
Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-70665652340504261402012-07-11T23:26:00.000-05:002012-07-11T23:26:14.981-05:00Hors Satan (2011) de Bruno Dumont<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUtHADsQoIHREHQY2jwlVZE6Zv8mnR8qLpiRfcszotnNxH49K_ulgWLDW7ObwebywRxUXq3DZCjhiXZuGwMFOU3n4qoZcjomJ0TVt5d4YwGYWO3NO-hbdUlacTPDqimXaK-_zBanWm9cmQ/s1600/hors+satan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUtHADsQoIHREHQY2jwlVZE6Zv8mnR8qLpiRfcszotnNxH49K_ulgWLDW7ObwebywRxUXq3DZCjhiXZuGwMFOU3n4qoZcjomJ0TVt5d4YwGYWO3NO-hbdUlacTPDqimXaK-_zBanWm9cmQ/s320/hors+satan.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">El tránsito por la espiritualidad,
que realiza <b>Bruno Dumont</b>, tiene, en la violencia, a uno de sus principales
elementos. Su cine, precisa, debe ser “violento”. En medio de la parsimonia de
su narración y la quietud de muchas de sus imágenes, los arrebatos de los
personajes no se presentan como estallidos vacíos, ni simples muestras de
provocación. Todo lo contrario. Lo que pretende <b>Dumont </b>es recordarnos con esos
visos de crueldad; es que aún persisten, enraizados en lo profundo de nuestra
naturaleza, esos reptiles que un día fuimos por entero, esos seres
prehistóricos de los que no podemos –o mejor sería decir, “no queremos”–
sacudirnos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><i><b>"Hors Satan"</b></i> no se aleja de ese sendero. Su protagonista –un hombre
sin hogar, iluminado por su fe y que actúa como protector de una joven–,
encuentra, en las pulsiones físicas, en el castigo tangible, una forma de
justicia que equilibra el mundo, que coloca en igualdad de condiciones a presas
y cazadores. Unos predadores que no parecen dejar lugar a salvo, pues el vasto
campo de bellos paisajes, las calles apacibles del poblado, e incluso, el
propio hogar, no están libres de batallas perdidas para los menos fuertes. Es
entonces que el justiciero aparece, cambia la piel frágil que lo envuelve, y
deja salir al “monstruo” que acabará con otros “monstruos”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_dguNbRqtM0uooVuQGIhmCQmtHF7teOIDlUGvwIMY-08eMs8GzRPkkyDFymi9AAIe2s8wJfCV_06ImRhkn1TlePtZYRXZL5_9uBPc_1jbNeEBj6lKOPrjXr1RdfCNWduKBQVzDITbaNGt/s1600/hors+satan+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_dguNbRqtM0uooVuQGIhmCQmtHF7teOIDlUGvwIMY-08eMs8GzRPkkyDFymi9AAIe2s8wJfCV_06ImRhkn1TlePtZYRXZL5_9uBPc_1jbNeEBj6lKOPrjXr1RdfCNWduKBQVzDITbaNGt/s320/hors+satan+1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">Sin embargo, la oscuridad no se
restringe a lo terrenal. El Mal –en el sentido al que alude el título de la
película– emerge para poseer a quienes puedan tentar al creyente, al héroe
tocado por la gracia. En una secuencia central, la fe se reviste de carnalidad,
mientras la cámara se encarga del registro frontal que caracteriza al cine de
Dumont, en el que los cuerpos no son depósitos de sensualidad, sino medios de
expresión para la furia, para esa aspereza que guardamos y que, a veces, resulta
incómoda de aceptar. <span> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<span style="font-size: small;">Señalar la vinculación entre la
cinta francesa y <b><i>"Ordet"</i> </b>(1955)<b>, </b>una de las obras mayores<b> </b>de <b>Dreyer</b>, no supone una novedad, pero
es imposible no mencionarla. Más allá del rescate de la muerte que ocurre en
los últimos minutos, se puede decir que el protagonista de <b>"Hors Satan"</b> es una especie de Johannes moderno, consciente de que,
en estos tiempos de descreimiento, sirven de muy poco los discursos fervorosos.
Por ello su laconismo, sus rezos interiores. También, por eso, su cualidad extraordinaria
se presenta, a manera de chispazos, entre la visceralidad del día a día. Aquí
vale preguntarse: ¿qué prevalece? ¿su condición de hombre?, ¿o su condición de
“elegido”? <b>Bruno Dumont</b> no brinda conclusiones, y eso está bien. La ambigüedad
solo contribuye a la importancia de esta película, de por sí inmensa.</span></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-16649448421990699822012-02-16T11:22:00.012-05:002012-02-16T11:40:47.772-05:00Esa nostalgia que brota: Sobre el cine de Iván Fund<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTjZup6jbKrBKp_nYFg_Wmjl4mjvNy4QMTp-uuHC_99u8g7NcieGq9bEwTH4Z6VLbWQYIhF9PFwnL25lDs0S7C5UWqTyvgwNSfLeQY2Hmyvslmq2512fN6QYYWQN7jWcqqueQxCOmHp15I/s1600/Los+labios+01.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTjZup6jbKrBKp_nYFg_Wmjl4mjvNy4QMTp-uuHC_99u8g7NcieGq9bEwTH4Z6VLbWQYIhF9PFwnL25lDs0S7C5UWqTyvgwNSfLeQY2Hmyvslmq2512fN6QYYWQN7jWcqqueQxCOmHp15I/s320/Los+labios+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5709771265240012434" border="0" /></a></span><span style="font-size:85%;">Explicar el cúmulo de sensaciones que transmite el cine de <span style="font-weight: bold;">Iván Fund</span>, no resulta tan sencillo como parecen haber sido filmadas esas imágenes que entremezclan frescura y melancolía. Por supuesto, ese “parecen” solo puede ser una impresión engañosa, </span><span style="font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">ya que pocas cosas pueden resultar más difíciles que captar la hondura de situaciones que aparentan ser mínimas, que no requieren de enrevesados parlamentos o de frases entonadas con gravedad. ¿Cómo se logra eso solo con una cámara? ¿Cómo Fund consigue “los momentos”, esos que tal vez solo pueden estar formados por leves gestos en medio del silencio?</span> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Estas preguntas no están de más cuando vemos en pantalla a personajes que desde la ficción se filtran en la realidad confundiéndose con otros sí existentes – personas con problemas y dilemas verídicos- para torcer el guión que había sido trazado. Un guión que dada la delgada línea entre documental y ficción, alcanza infinitas posibilidades ante lo inesperado. Así sucede en<span style="font-style: italic;"> </span><b style="font-style: italic;">Los labios</b><span style="font-weight: bold;"> </span>(2010) -la segunda película de Fund, dirigida junto a Santiago Loza- en que el producto de la interacción entre las actrices que fungen de asistentas sociales y los pobladores de las provincias que visitan, siempre está cubierta por la expectación, por no saber qué drama cotidiano hallaremos tras las puertas de esa Argentina rural. La cámara toma primeros planos de esos rostros y nos hace parte de su sincero pesar por una batalla que sienten estar perdiendo. Es la lucha por el futuro en un mundo que los aplasta, que se engulle sus preocupaciones y las transforma en estadísticas que solo cuentan en el papel.</span> </p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpVNPGUNucm0_2202k9FfF3d1X6FPwnqGvKnytR9GA-5Pki_O9sf-bcbhjEHpWIlpudiUGvhVav0P_6Gb3a4BhjJwaPiILS3QZkLRsxozgGUH0I0WXOCs9IwrBVCPL6XHm1Mz5ar7G1dV6/s1600/Hoy-no-tuve-miedo.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpVNPGUNucm0_2202k9FfF3d1X6FPwnqGvKnytR9GA-5Pki_O9sf-bcbhjEHpWIlpudiUGvhVav0P_6Gb3a4BhjJwaPiILS3QZkLRsxozgGUH0I0WXOCs9IwrBVCPL6XHm1Mz5ar7G1dV6/s320/Hoy-no-tuve-miedo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5709771512485345538" border="0" /></a></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Ciertamente, esa tristeza que irradia algunas secuencias de su cine, no descarta la frescura que mencionamos en las primeras líneas. Las situaciones y diálogos van mutando de acuerdo a las emociones repentinas, según el derrotero de las acciones, sin la aprensión de plegarse a las líneas. La vida discurre simple y cercana, por lo que la alegría se presenta genuina en esos estallidos que nos trasladan ahí mismo, ya sea a una prueba de vestidos en un taller de costura o a un bar pleno de risas y melodías cantadas a <i style="">capella</i>. La cotidianidad también se filtra con sus silencios, que colaboran en nuestro intento por desentrañar la consciencia de aquellos protagonistas que no lo cuentan todo. Fund captura instantes de existencia, sin conclusiones al estilo convencional. En <b style="font-style: italic;">Hoy no tuve miedo</b> (2011), lleva esa premisa más lejos, mostrándonos a los actores fuera de los personajes que acompañamos en sus 60 minutos iniciales; y a otros más que adivinamos reales, siendo ellos mismos en reuniones de un equipo de filmación y los bailes de madrugada.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Podemos decir entonces, que no hay verdaderos finales en el cine de Iván Fund, pues sus historias continúan allá afuera, por más que se enciendan las luces y se abandone la sala. Sus personajes -esos anónimos que se suelen perder entre la masa-, siguen con sus existencias mínimas en algún rincón de Entre Ríos, y, sobre todo, permanecen en nuestra memoria, vitales desde su sensibilidad. <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">(Texto escrito para el catálogo del I Festival Iberoamericano de Cine Digital - Fiacid 2012</span>).<br /></span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-26883081241123963342012-02-08T00:52:00.005-05:002012-02-08T01:05:00.156-05:00En un lugar solitario (In a lonely place, 1950) de Nicholas Ray<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyZEdeSuATMJBOq8czLDqWdKTd7E_3fqLh7CHnIWHWdPaDxZgLu9jPrMkvDXWcHU4PcH8aKcHTZZ6-xMcguZBVF21SO197f2L6fj_no5dELjNj-tHMBEFw-uKZjWzQoosN_hWw-3j8f4nb/s1600/In+a+lonely+place1.png"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyZEdeSuATMJBOq8czLDqWdKTd7E_3fqLh7CHnIWHWdPaDxZgLu9jPrMkvDXWcHU4PcH8aKcHTZZ6-xMcguZBVF21SO197f2L6fj_no5dELjNj-tHMBEFw-uKZjWzQoosN_hWw-3j8f4nb/s320/In+a+lonely+place1.png" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5706640620759063362" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">En el universo de <span style="font-weight: bold;">Nicholas Ray</span>, el sosiego -como estado permanente- es lo más parecido a un misterio insondable. Sus personajes intentan desentrañar las claves de un confort que apenas pueden definir. Para estos seres desgarrados, esta búsqueda se convierte en una condena que los enfrenta a esos demonios que pueblan su mente y que amenazan siempre con ganar la batalla.</span></div> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">El infierno asoma, así, a cada paso de Dixon Steele (<span style="font-weight: bold;">Humphrey Bogart</span>), guionista de cine que no pasa por el mejor de sus momentos profesionales. La violencia es esa fuerza irrefrenable con la que debe lidiar, pero, también, su mecanismo de defensa ante la brutalidad de la industria, esa que cada vez se asemeja más a un monstruo que devora a sus estrellas y luego las expectora sin más. Mundo que Ray se atrevió a mostrar en sus dimensiones menos afables, en una época en la que los grandes estudios intentaban conservar ese glamour que, sobre todo en los años treinta y cuarenta, había alcanzado un esplendor inusitado -las primeras escenas, en el bar poblado por viejas glorias desempleadas y mercenarios de la pantalla son, con seguridad, algunas de las más duras que se hayan filmado acerca de ese Hollywood idealizado por el público.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCJKmHd9Gw_UIflfXFfY4QuegA91zaoS-2EckYh0UX1c9RWG9Lmysfj1smzqC0z7FhfTsR2ntzb4Yq2hn9orCuzBpBbV7iqVHc60j02eQycKlZ5BFQ8p5iiRT6eO4TKcJE5TW04iIASG5g/s1600/In-a-Lonely-Place.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCJKmHd9Gw_UIflfXFfY4QuegA91zaoS-2EckYh0UX1c9RWG9Lmysfj1smzqC0z7FhfTsR2ntzb4Yq2hn9orCuzBpBbV7iqVHc60j02eQycKlZ5BFQ8p5iiRT6eO4TKcJE5TW04iIASG5g/s320/In-a-Lonely-Place.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5706641355576775314" border="0" /></a></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Este aspecto, al igual que la intriga policial que se desencadena en los minutos iniciales -y que tiene a su protagonista como sospechoso del crimen de una joven-, es solo uno de los ejes de la historia, más no el medular. La aparición de Laurel Gray (<span style="font-weight: bold;">Gloria Grahame</span>), en la vida del guionista, es la excusa para internarse en el complejo terreno de los afectos que el director de <b style="font-style: italic;">Johnny Guitar</b><span style="font-style: italic;"> </span>conoce bien. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Es así que el romance entre Dixon y Laurel tendrá un período de gracia, en que la cotidianeidad se acercará al sosiego anhelado, cuando él permita que su amada ponga orden al caos en que vive. Los nuevos tiempos lo revitalizan y le devuelven la sonrisa; sin embargo, como otros personajes de Ray, su consciencia admite que, en su caso, el bienestar solo puede ser un espejismo, que lo malsano de su espíritu no tardará en erigirse. Y es esa imposibilidad de felicidad, a pesar del amor, esa perspectiva lúcida acerca de una relación adulta y su futuro, uno de los principales elementos que hacen, de <b style=""><span style="font-style: italic;">En un lugar solitario</span>,</b> una película plena de belleza desde la desolación; y, de Nicholas Ray, un cineasta imprescindible, al lado de otros acuciosos estudiosos del alma.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-24982121489002382452012-01-27T11:37:00.007-05:002012-01-27T12:23:12.104-05:00Damas en guerra (Bridesmaids, 2011) de Paul Feig<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE1HMA5H9KTGVV12Rjsi9LGjwwJb3w4hVjwQrah-063cbsGZftLnMyaQvH1asGhP5aZiCKbPu2x4PdGVv0RhC1WqehNuNX-kx5ZkNqbowFbzpuBqtNz_dXlTyv_rkDdtVnwh6YuXW3Npwm/s1600/bridesmaids+01.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE1HMA5H9KTGVV12Rjsi9LGjwwJb3w4hVjwQrah-063cbsGZftLnMyaQvH1asGhP5aZiCKbPu2x4PdGVv0RhC1WqehNuNX-kx5ZkNqbowFbzpuBqtNz_dXlTyv_rkDdtVnwh6YuXW3Npwm/s320/bridesmaids+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702363461439916210" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Ya era hora que la llamada “Nueva Comedia Americana” abordara las complicadas relaciones femeninas. Estas requerían, hace buen tiempo, que se las apartara de los códigos explotados por Hollywood, industria siempre propensa a enmarcar tales vínculos alrededor de la eterna búsqueda romántica -en la que casarse es la meta-, la amistad idealizada, o el glamour a fuerza de <i style="">stilettos</i>. Precisamente, la ruptura de dichos moldes, es lo que ha logrado la factoría Apatow, con su equipo liderado, esta vez, por <span style="font-weight: bold;">Paul Feig</span> en la dirección. Y el resultado es tan refrescante que no podemos menos que celebrarlo.</span></div> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">Por supuesto, este subgénero ya nos había mostrado a personajes femeninos que no encajaban necesariamente en la medida de “lo perfecto”; pero es en <b style=""><span style="font-style: italic;">Damas en guerra</span> </b>que ingresamos, por completo, a un mundo de mujeres que optan por dejar a un lado la máscara de la delicadeza para descubrirse con una honestidad brutal, con un desenfado que las hace transitar entre lo risible y lo entrañable. </span></p> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">La cinta gira alrededor de los preparativos de la despedida de soltera y celebración del matri</span><span style="font-size:85%;">monio de Lillian (<span style="font-weight: bold;">Maya Rudolph</span>), mejor amiga de Annie Walker (<span style="font-weight: bold;">Kristen Wiig</span>) -soltera de más de treinta y sin novio a la vista-, que acepta ser su dama de honor. La sola mención implica convertirse en la principal organizadora de los festejos, junto a otras tres mujeres que también formarán parte del séquito de la novia cuando esta camine hacia el altar.<br /></span></p><p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfXhZkCelOgSqF_LrLnCf3Pw2nTysfGRpFfqFkp-uTFctWdcBfh1Jogi_25puyt_Dzh_6VQmJz-veFy08WB7VQYzMRXRYIbiyBg7dq3_FDU_H5fkZFA5VnzDNG6QKPISdJC9kP9PMI5xHF/s1600/bridesmaids+02.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 248px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfXhZkCelOgSqF_LrLnCf3Pw2nTysfGRpFfqFkp-uTFctWdcBfh1Jogi_25puyt_Dzh_6VQmJz-veFy08WB7VQYzMRXRYIbiyBg7dq3_FDU_H5fkZFA5VnzDNG6QKPISdJC9kP9PMI5xHF/s320/bridesmaids+02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702355159628245346" border="0" /></a></span></p> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">El encargo aparenta ser inofensivo; sin embargo, se convierte en una bomba de tiempo para Annie, que apenas puede con su vida: odia su empleo mal pagado, en el que le exigen ser amable para incrementar las ventas; soporta como compañero ocasional a un hombre detestable, al que le disgusta que ella permanezca en su cama hasta la mañana siguiente; comparte departamento con un par de hermanos de bizarras costumbres; y, por si fuera poco, tiene que escuchar las historias truculentas de su madre -orientadora de Alcohólicos Anónimos-, quien le insiste que vuelva a casa, porque nota que su hija “ha tocado fondo”. Tremendo cóctel depresivo, al que tendrá que sumar el lidiar con las otras “damas” del cortejo nupcial. Sobre todo con Helen Harris (<span style="font-weight: bold;">Rose Byrne</span>), encarnación de belleza, corrección y éxito, que se torna en el recordatorio constante de que su existencia se está yendo al traste. </span></p> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">Es en el encuentro de estos personajes tan disímiles -y por ello, repelentes entre sí- que, con un ingenio muy afilado, se empieza a desmontar -o, sería mejor decir, a hacer trizas-, la inflada idea del compañerismo basado en la mera solidaridad de género. Es allí donde se puede apreciar la brillantez del guión elaborado por Annie Mumolo y la misma <span style="font-weight: bold;">Kristen Wiig</span> (conocida comediante del ácido <i style="">show</i> televisivo <i style="">Saturday Night Live</i>), quienes no vacilaron en plasmar la rivalidad entre estas mujeres como una competencia sucia para opacar a la otra, en la que el desprecio se camufla con medias sonrisas y gestos de hipócrita complicidad.</span></p> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">Otro tópico que se trastoca es el de la cuadriculada “femineidad”. Algunas de estas simpáticas damas (los personajes de Megan y Rita, interpretados por <span style="font-weight: bold;">Melissa McCarthy</span> y <span style="font-weight: bold;">Wendi McLendon-Covey</span>, respectivamente) pueden tomar la iniciativa -y, de manera muy directa- si se sienten atraídas por alguien; o mostrar su desencanto frente al matrimonio y la maternidad, sin ningún empacho. Por su parte, el humor grueso y escatológico también colabora con ese fin. Allí está esa secuencia crucial en la que una prueba de vestidos se convierte en un desastre que acaba con cualquier rezago rosa o de despistada delicadeza.</span></p><p style="text-align: justify; font-family: trebuchet ms;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3lKJb8ti8T7x_EhOYfcjMQPJSXu9EQCGPsv7EWKzPsKJlMyedL6rrVIPY2bPG2laS-_mSQbOM9-dra9Mjb4v8UZn0P1KiGP_MCjGFE95oECyM4b3n6M0_1CIBOBNRAVFNOwvDVSSIHoJd/s1600/bridesmaids+03.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 212px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3lKJb8ti8T7x_EhOYfcjMQPJSXu9EQCGPsv7EWKzPsKJlMyedL6rrVIPY2bPG2laS-_mSQbOM9-dra9Mjb4v8UZn0P1KiGP_MCjGFE95oECyM4b3n6M0_1CIBOBNRAVFNOwvDVSSIHoJd/s320/bridesmaids+03.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5702355856148051298" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;"> </span></p> <p style="text-align: justify;font-family:trebuchet ms;"><span style="font-size:85%;">De acuerdo a lo aludido por el título en español -que, milagrosamente, no resulta tan desacertado en esta ocasión-, en el filme se desata una “guerra”. Un conflicto que, como mencionamos líneas arriba, parte de la natural antipatía entre Annie y Helen; pero que se asienta, sobre todo, en la disputa por el afecto de Lillian, la protagonista de la boda. Es en ese aspecto que la nostalgia también pone lo suyo: Annie es consciente de que ese matrimonio cambiará todo en su relación con la que fue su mejor amiga; que ya no podrá contar con ella para que la escuche cuando su vida -siempre de tumbo en tumbo- vaya bien o quizás peor; que ya no estará allí para huir del fiero entrenador deportivo que las detesta por no pagarle; o, simplemente, para cantar una melosa canción de las <span style="font-weight: bold;">Wilson Phillips</span>, otrora himno de su adolescencia. Dentro de ese empaque de risas y situaciones desbordadas, <b style="font-style: italic;">Damas en guerra</b> es también la película de una despedida que se acepta con no poca tristeza. </span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-6526543495273902392011-12-19T23:50:00.007-05:002012-01-25T00:24:18.103-05:00Cada viernes sangre (2011) de Fernando Montenegro<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj11F_Avmh9dvnJ5YGK5CwDf_JxzpPx8BWzyTXCACu2aZ1BMbKpa1tdutOfawOFtICGiUpnOaCvw9ar8abb7NJl2vGYY_lExD4bTfEtnFQtQDC34hJUixPBfBWOwjVPDSL2_GknuXjqak9S/s1600/cada+viernes+sangre.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj11F_Avmh9dvnJ5YGK5CwDf_JxzpPx8BWzyTXCACu2aZ1BMbKpa1tdutOfawOFtICGiUpnOaCvw9ar8abb7NJl2vGYY_lExD4bTfEtnFQtQDC34hJUixPBfBWOwjVPDSL2_GknuXjqak9S/s320/cada+viernes+sangre.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5688070137190352162" border="0" /></a><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style="font-size:85%;">A quienes ya habíamos tenido la oportunidad de ver las películas de <span style="font-weight: bold;">Fernando Montenegro</span>, nos quedaba claro que su apuesta era el escape de los convencionalismos, el desprecio por los arquetipos que no dejaban espacio para los matices. Es por eso que no nos sorprende que <b style="font-style: italic;">Cada viernes sangre</b> se adscriba a la tradición del cine criminal, pero sin dejar de lado la búsqueda de sus propios caminos a nivel argumental y estético. </span></div> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Esta opción por la diferencia se plantea desde la misma construcción de los personajes, delineados por una marginalidad que poco o nada se vincula con lo social. No se trata de seres excluidos por falta de oportunidades, sino por elección propia. Son ellos quienes han decidido tomar la ruta de lo impulsivo, de la incorrección. Son ellos los que le han dicho “No” a Lima y su mediocre “normalidad”.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">En el caso del personaje principal -encarnado por <span style="font-weight: bold;">Claudia Burga</span>-, esa elección es, también, producto de una autoconsciencia de su naturaleza, del reconocimiento de ser esa pieza que no encaja en los moldes por disfrutar, libremente, de placeres poco comunes. Uno de los monólogos nos permite conocer el momento de su infancia que gatilló su costado perverso, ese del que solo puede divagar para sus adentros, en su soledad cada vez más rabiosa.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgueAhQMVGAbbosoFOsBwfpBNOFCNGMKcHQmb7jylw2VUoKBv9fYu7Jr5AUiblGhceN9gXFhsYGiuTvkHnQk8nYqA-eiTNyGW7vsEnb6uK2NxO-Mg7ntbg-mq8F_d1xOgX2XNy4SA4EdSPS/s1600/cada+viernes+sangre+01.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgueAhQMVGAbbosoFOsBwfpBNOFCNGMKcHQmb7jylw2VUoKBv9fYu7Jr5AUiblGhceN9gXFhsYGiuTvkHnQk8nYqA-eiTNyGW7vsEnb6uK2NxO-Mg7ntbg-mq8F_d1xOgX2XNy4SA4EdSPS/s320/cada+viernes+sangre+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5688071756856051586" border="0" /></a></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Con estos elementos, el director ofrece una relectura del género, sin temer a la carga que implica visitar un terreno que parecía haber agotado sus posibilidades de innovación. En ese sentido, los protagonistas -pareja que prepara un robo en una empresa-, no se encuentran envueltos en un <i style="">amour fou</i> que los condenaría al vacío en razón de su <span style=""> </span>pasión, al estilo del cine negro más clásico. Lo de ellos es un juego de poder en el que uno marca las pautas en las dosis de sexo y violencia, pero sin que alguno se convierta en victimario o en <i style="">femme fatale</i> en el sentido estricto. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Esa ausencia de corsés, en el tratamiento de su historia, también se traduce en el lenguaje visual<b style="">. </b>Al respecto, la exploración de <span style="font-weight: bold;">Montenegro </span>se muestra cada vez más audaz en esa saludable curiosidad que lo llama a no conformarse con los límites que impondrían los pocos recursos financieros de que dispone<a style="" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=8161723817698703742#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style=";font-family:";font-size:12pt;" ></span></span></span></span></a>. El uso de lentes de antiguas cámaras fotográficas, adheridas a su equipo digital, brinda, a las imágenes, una textura que, por momentos, envuelve a los personajes en una nebulosa que acentúa el carácter incierto de su empresa y su propio futuro. Los encuadres caprichosos también siguen esa ruta, y se complementan con las referencias al mejor cine de De Palma y Godard, por mencionar a algunos cineastas modernos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">No exageramos al decir que esta cinta inyecta esa frescura e inventiva que estábamos esperando en el cine nacional que, en ciertas ocasiones, y a pesar de contar con un presupuesto mucho más holgado, se pretendió joven sin mayores aciertos.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-19473522119957050022011-10-11T01:15:00.006-05:002012-01-27T11:59:07.102-05:00La noche del demonio (Insidious, 2010) de James Wan<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0WeYq_VxRHnwA7wYTEvOq12oIvDcBPy3HsUKCAZa3yzqoCkKHzKJNIKmq8xRzmHdHZ7X8RpNsIATKxtgR9vCd9X2rkhoQYmJFDMRuo-sPsP1QqJ6pt6Hn7tdv_4J9NPs5lz4Rm4eVdE3v/s1600/insidious+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0WeYq_VxRHnwA7wYTEvOq12oIvDcBPy3HsUKCAZa3yzqoCkKHzKJNIKmq8xRzmHdHZ7X8RpNsIATKxtgR9vCd9X2rkhoQYmJFDMRuo-sPsP1QqJ6pt6Hn7tdv_4J9NPs5lz4Rm4eVdE3v/s320/insidious+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5662116750565880098" border="0" /></a></span><span style="font-size:85%;"><b style="font-style: italic;">La noche del demonio</b> es una de las mejores y más audaces películas del año. Y no lo es porque se trate de una cinta que revolucione el género de terror, ni mucho menos. Si no porque en tiempos en los que, por lo general, se apela al efectismo de la tortura y la mutilación absurda o, en el peor de los casos, se coloca el rótulo de horror a cualquier cosa que se ocupe de saciar el morbo de quienes quieren ver despedazados a estrellitas de medio pelo -<b style="font-style: italic;">Destino final 5</b> es un ejemplo bastante claro-, el filme de </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >James Wan</span><span style="font-size:85%;"> vuelve a los tópicos más clásicos de este cine, aquellos en los que el juego de sombras, puertas chirriantes, y largos pasillos, son elementos esenciales para crear una atmósfera de suspenso permanente. </span><span style="font-size:85%;"></span> </div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Es así que nos encontramos con la historia del joven matrimonio Lambert y su reciente mudanza a la casa de sus sueños. A los pocos días de arribar a la nueva residencia, la madre, Renai (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Rose Byrne</span><span style="font-size:85%;">), advierte algunos sucesos extraños que intenta relacionar con el azar. Sin embargo, tras la caída que sufre Dalton (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Ty Simpkins</span><span style="font-size:85%;">), el mayor de sus tres hijos -hecho que sume, al pequeño, en un estado de coma profundo-, los eventos se agudizan en frecuencia y proporción, lo que los obliga a abandonar el lugar. No tardarán en descubrir que el horror no se ha alejado de ellos.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Desde la presentación de los créditos es posible notar que la cinta de </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >James Wan</span><span style="font-size:85%;"> va a tomar el derrotero que señalamos en el primer párrafo. El director hace que formemos parte de un corto recorrido dominado por la oscuridad y en el que irrumpe una criatura siniestra, mezcla de bruja y demonio, antes de la aparición del título -el cual se queda, en pantalla, en medio de la música altisonante de exaltados violines-. Ello es solo un entremés de una dinámica conocida, en la que el mal permanece agazapado, a la espera que se baje la guardia para dar el zarpazo que nos haga contener el aliento y saltar en la butaca.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKRJU1TH_GlDPO5FzFopB4MsDKx0GVTJVC-yC7j_sMAQN__8m95iQLbJC09qh4LFrmeD_EIQQtjo9-i7kLv5nlRNTF7I3Rl7PRpKnMljlOO3_CiQd_aaXNCZfjfnBn5l9TVdQXrwAbQoW_/s1600/Insidious+2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKRJU1TH_GlDPO5FzFopB4MsDKx0GVTJVC-yC7j_sMAQN__8m95iQLbJC09qh4LFrmeD_EIQQtjo9-i7kLv5nlRNTF7I3Rl7PRpKnMljlOO3_CiQd_aaXNCZfjfnBn5l9TVdQXrwAbQoW_/s320/Insidious+2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5662118711207710658" border="0" /></a></span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">En esa tendencia que remite a la “vieja escuela”, <b style="font-style: italic;">La noche del demonio</b> ensambla otros elementos de tradiciones identificables. Así, por ejemplo, el sacerdote y la médium nos remiten a la posesión demoníaca (<b style="font-style: italic;">El exorcista</b>) y a la casa habitada por seres espectrales (<b style="font-style: italic;">Poltergeist</b>), respectivamente. </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Wan </span><span style="font-size:85%;">se sirve de estos y otros componentes para brindar pistas sobre el misterio que rodea a los protagonistas. Un misterio que -sin dejar el aura de lo extraordinario, de lo paranormal- está ligado a una herencia que se asoma en su malditismo, y que entraña una cruenta revancha del pasado.<br /></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Sin embargo, el filme no se vale de meros artificios reconocibles para el espectador, sino que plantea hondura en algunos aspectos del grupo protagónico. </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >James Wan</span><span style="font-size:85%;"> nos introduce en el interactuar cotidiano de esta familia que se brinda muestras de cariño y dedicación. Es esa aparente armonía la que comienza a agrietarse, no solo por las presencias atemorizantes, sino también por la supuesta enfermedad del niño. La carga que significa una responsabilidad más grande, aleja a Josh (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Patrick Wilson</span><span style="font-size:85%;">) -el amoroso padre de las primeras secuencias-, quien, dada la coyuntura, prefiere dejar pasar las horas en su trabajo, antes que volver a una casa donde lo espera una mujer preocupada y un pequeño ausente. El director desliza, con ello, la verdadera fragilidad del “hogar perfecto” -ese que, a estas alturas, resulta extraño en una sociedad que parece haber desterrado ese ideal en pos de la disfuncionalidad como modelo-.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">De otro lado, no podemos dejar de mencionar la estética de cartón piedra, el maquillaje grueso -alejado de cualquier perfeccionismo digital-, la banda sonora y los toques de humor que, en conjunto, coadyuvan a que La noche del demonio se convierta en una experiencia bizarra e imperdible. Al respecto, se ha escrito mucho sobre una secuencia clave de la película, en la que el personaje de<span style="font-weight: bold;"> Patrick Wilson</span> sigue una ruta que se asemeja a un descenso al infierno. Ese viaje contiene un momento que queda, para quien escribe, como una de las imágenes del año: en un pequeño rincón poblado de juguetes, un ser terrorífico se afila las uñas al ritmo de "Tiptoe through the tulips", en la voz del no menos inquietante <span style="font-weight: bold;">Tiny Tim</span>. Es un instante en el que el sonido del ukulele agrega un matiz juguetón, pero que no deja de ser siniestro. </span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-85255465867717630332011-09-01T22:44:00.008-05:002011-09-01T23:13:30.817-05:00Hombres errantes (The lusty men, 1952) de Nicholas Ray<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKmvBYj4duDgQc6kn6b8GCL8W-GhHLjZxVbMPlmBnuaL6JE5HBpe7WNzGf5yU4O7n1GvSfle6ujKgPLVIqOe_HWksrdTGHM2dzZvs34cCg3eq2c4Z_DrllUGiwq7loJan8xcyip1Oi8xSJ/s1600/Lusty-Men+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 251px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKmvBYj4duDgQc6kn6b8GCL8W-GhHLjZxVbMPlmBnuaL6JE5HBpe7WNzGf5yU4O7n1GvSfle6ujKgPLVIqOe_HWksrdTGHM2dzZvs34cCg3eq2c4Z_DrllUGiwq7loJan8xcyip1Oi8xSJ/s320/Lusty-Men+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5647605167925022242" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">El mundo del rodeo es examinado por el lente de <span style="font-weight: bold;">Nicholas Ray</span> a partir de la historia de Jeff MacCloud (<span style="font-weight: bold;">Robert Mitchum</span>), experto jinete retirado que se convierte en el mentor de Wes Merritt (Arthur Kennedy), joven que desea ser diestro en el oficio para cristalizar el sueño de comprarse una granja donde vivir junto a su esposa Louise (<span style="font-weight: bold;">Susan Hayward</span>). </span></div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="ecxyiv2047263981msonormal"><span style="font-size:85%;">Los primeros minutos de <b style="font-style: italic;">Hombres errantes</b> están plenos de nostalgia. Jeff McCloud visita la antigua granja de sus padres y extrae, de un escondite, sus tesoros de niño -un reencuentro con su infancia, esa etapa en que el amparo de sus padres lo protegía de cualquier mal. En tal sentido, cuando se presenta en ese instante el novato Wes y le propone que lo entrene como jinete de rodeo, el marco de añoranza resulta ideal para asumir esa “paternidad” frente a un joven que le recuerda el ímpetu de sus mejores años. </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="ecxyiv2047263981msonormal"><span style="font-size:85%;">Sin embargo, como en todas las películas de Ray, el protagonista esta lejos de ser idealizado. Así, y a medida que avanza la historia, nos percatamos, a través de sutiles señales, que Jeff esconde un motivo más poderoso: su atracción por Louise, mujer con la que pretende dejar esa existencia sin anclas afectivas, ni estabilidad de ningún tipo, en pos de una comunión familiar de la que solo posee un vago recuerdo.
<br /></span></p><p style="text-align: justify;" class="ecxyiv2047263981msonormal"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixpbvkUhZwuwgGqd_7AJhgMqrt3aD07FpWTLIgb73h_vHsIJRPKFRYrmYWDQxjRVqt7tMwPvDJ9aDOgh5QPmY8n1mIY7vuv8qIqWBNxdplKEZedr2xBHg_URanPXOaBX9pb6a2feDcxGaj/s1600/Lusty-Men.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixpbvkUhZwuwgGqd_7AJhgMqrt3aD07FpWTLIgb73h_vHsIJRPKFRYrmYWDQxjRVqt7tMwPvDJ9aDOgh5QPmY8n1mIY7vuv8qIqWBNxdplKEZedr2xBHg_URanPXOaBX9pb6a2feDcxGaj/s320/Lusty-Men.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5647604059357407474" border="0" /></a></span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="ecxyiv2047263981msonormal"><span style="font-size:85%;">La visión desencantada también se amplía al rodeo, esa manifestación de la que los estadounidenses se precian por constituirse en una celebración de la vida, del poderío del hombre sobre lo salvaje. Ray desvela que ello es solo una apariencia, pues ninguno de los jinetes es capaz de controlar su propia naturaleza desbordada. De esta manera, somos testigos del desarraigo, de la ebriedad de gloria efímera de estos personajes -refugiados en el alcohol, y en mujeres que los buscan solo por su dinero. </span></p><div style="text-align: justify;"> <!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> </div><p style="text-align: justify;" class="ecxyiv2047263981msonormal"><span style="font-size:85%;">El final de <b style="font-style: italic;">Hombres errantes</b> es, tal vez, inesperado para algunos, debido a que se plantea un destino optimista para dos de los personajes, lo que no es consonante con las premisas que dejó entrever. Una concesión que es, imaginamos, producto de una imposición del estudio a cargo de la cinta. No obstante, <span style="font-weight: bold;">Nick Ray</span> se las ingenió para introducir, en los segundos finales, una coda fatalista que trasciende a los protagonistas: la imagen de un nuevo jinete que doma un caballo con maestría, mientras recibe los aplausos del público y los halagos del narrador del espectáculo. Escena que nos sugiere que un infierno terminó para los personajes principales, pero no para otros ilusos en busca de fama y fortuna. </span></p> Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-37761419613890092992011-07-21T18:54:00.006-05:002011-07-21T19:06:00.441-05:00El cisne negro ( 2010) de Darren Aronofsky<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsyBpk7ppybCABUoyjinb-3ZYQbpoMO2JmDabd3oAz_2OS3whZ4Lz6BXCfnuBZ2WwCI3wVbqW5FLordUNnDh3F9EQRGYBmF3KVigF3Pyqol_0Mo0dmJ-LXY0HmgJTap3vz0KYbBZM2rEUu/s1600/black+swan+cisne+negro+01.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 136px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsyBpk7ppybCABUoyjinb-3ZYQbpoMO2JmDabd3oAz_2OS3whZ4Lz6BXCfnuBZ2WwCI3wVbqW5FLordUNnDh3F9EQRGYBmF3KVigF3Pyqol_0Mo0dmJ-LXY0HmgJTap3vz0KYbBZM2rEUu/s320/black+swan+cisne+negro+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5631960893166976226" border="0" /></a><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Nina Sayers (<span style="font-weight: bold;">Natalie Portman</span>) debe alcanzar la belleza en su próximo movimiento de ballet. Pero esa belleza no radica en la perfección, sino en la visceralidad, en dejar fuera sus miedos, en eliminar cualquier rastro de ese aire angelical que parece indesligable de su rostro de proporciones perfectas. La dicotomía del rol protagonista que encarnará en la puesta de “El lago de los cisnes”, acelerará ese proceso de transformación.<br /><br />En 2009, Darren Aronofsky estrenó <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">El luchador</span>, película que marcó el retorno por todo lo alto de <span style="font-weight: bold;">Mickey Rourke</span> con un papel que parecía emular su propia historia. No obstante, el problema de esa cinta residía en haber contextualizado el flagelo vivido por el personaje principal –el cual mostraba la crudeza de la lucha libre-, con un innecesario drama familiar y romántico, que restaba fuerza a la decadencia que tan bien había sido mostrada tras bastidores y que alejaba de la leyenda a esos hombres de cuerpo esculpido a base de esteroides.<br /><br />Todo lo contrario sucede en <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">El cisne negro</span>, en el que no hay lugar para costados amables. El clima de pesadilla abarca el íntegro del metraje, sin otorgar respiros a su protagonista, quien soporta los cruentos embates de sus fantasmas internos. Precisamente, es ese aspecto el que ha incomodado a muchos, quienes no han dudado de tildarla de “efectista”, por el montaje acelerado y sin tregua, así como por las dosis de g<span style="font-style: italic;">rand guignol</span>. Sin embargo, el ritmo del relato y las laceraciones sufridas por Nina, no se pueden considerar excesivas cuando encuentran plena justificación en el quiebre emocional planteado, el cual no se limita solo a la búsqueda de la perfección, sino que trata más de una aceptación de la adultez y, por ende, el de asumirse desprotegida ante los lobos urbanos, esa jauría humana que pareciera estar siempre al acecho de almas frágiles.<br /><br /><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:85%;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAkwcMM_I15nWE8opihuTnEWklgIV7NuyYtpXRv2IweltUjZTqhayyvv2rJLmP83pxkutgM0Tcayg0fsEk0d9TIxYq9m8A10zswHEzdx_nO3nBvJnYng8bni5akUXNr5mP_hf_8uSJvlf5/s1600/black+swan+cisne+negro+02.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 198px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAkwcMM_I15nWE8opihuTnEWklgIV7NuyYtpXRv2IweltUjZTqhayyvv2rJLmP83pxkutgM0Tcayg0fsEk0d9TIxYq9m8A10zswHEzdx_nO3nBvJnYng8bni5akUXNr5mP_hf_8uSJvlf5/s320/black+swan+cisne+negro+02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5631960957604541682" border="0" /></a></span></span></span>En ese sentido, la sensación de acoso no cesa en este filme del realizador de <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Réquiem por un sueño</span> (2000). El personaje principal tiene que enfrentar la asfixia que le provoca los únicos ambientes que frecuenta: en su hogar, es la madre (<span style="font-weight: bold;">Barbara Hershey</span>) -antigua bailarina- quien se ocupa de su cuidado personal, incluso en detalles íntimos, mientras en la escuela, es su instructor (<span style="font-weight: bold;">Vincent Cassel</span>) el que le pide que deje de lado sus reparos y saque a flote su cariz más avezado. Asimismo, Lily (<span style="font-weight: bold;">Mila Kunis)</span> la muchacha que, con su presencia, amenaza con quitarle la posición alcanzada en el cuerpo de ballet, busca un permanente contacto con Nina, de quien le divierte su mirada huidiza y temor a flor de piel. Todos ellos, sacan algún provecho de la protagonista, ya sea engordando su propia vanidad, o por el simple hecho de sentirse poderosos frente a su inexperiencia.<br /><br /><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">El cisne negro</span> y su despliegue de frenesí, se acerca más a una pasión de tonos operáticos -en que el horror cobra una buena cuota-, y, en consecuencia, se desmarca del mero drama psicológico. Aronofsky no ha realizado una banal exposición de artificios, solo ha dirigido esta cinta sin temer a las miradas conservadoras y susceptibles, que hubieran preferido ahorrarse casi dos horas de vívido asomo por el infierno. </span><br /></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-14614589564362404822011-04-25T15:09:00.009-05:002011-04-25T15:52:26.332-05:00Muñequita de lujo (Breakfast at Tiffany's, 1961) de Blake Edwards<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-hSImhz7OndCDn5IRDosHqZsl_ymGlb-ycQCFRPXkTuKspDbZLHdAcjncOJVzhrGvAYnsJyTIIt05AjpO42OZgCieIvNhGda-l4FkFzvIcoJuTRsQ1Arjz99Na2Me2tOlTnc6mQet5Lpo/s1600/breakfast+at+tiffanys+01.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-hSImhz7OndCDn5IRDosHqZsl_ymGlb-ycQCFRPXkTuKspDbZLHdAcjncOJVzhrGvAYnsJyTIIt05AjpO42OZgCieIvNhGda-l4FkFzvIcoJuTRsQ1Arjz99Na2Me2tOlTnc6mQet5Lpo/s320/breakfast+at+tiffanys+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5599618357787795842" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Hay una tristeza profunda que se cuela en la presentación de los créditos de esta película de <span style="font-weight: bold;">Blake Edwards</span>. Transcurren las primeras horas del día y una joven ataviada con un vestido de lujo y enormes anteojos de sol, desciende de un taxi frente a la joyería Tiffany’s. Con un café en vaso descartable, sorbe el líquido caliente, mientras observa los diamantes expuestos en la vitrina del establecimiento. Su solitario desayuno parece el momento de paz que estuvo esperando tras una noche que aparenta haber sido movida, mas no placentera. </span></div> <p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">La desoladora aparición de Holly Golightly (<span style="font-weight: bold;">Audrey Hepburn</span>) empalma con el arribo de Paul Varjak (<span style="font-weight: bold;">George Peppard</span>) al edificio en que ella vive. Él, un escritor venido a menos, se fascina inmediatamente con esa chica que parece vivir siempre apurada por cambiarse de atuendo para salir a la próxima fiesta. </span></p> <p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Edwards relata así el encuentro de dos personas que han decidido armarse de una gran coraza para lograr sobrevivir en esa jungla de asfalto llamada Nueva York. Y es que ambos, a su manera, prefieren no meditar acerca de su día a día, aceptando una realidad dura pero que, para ponerse a salvo, disfrazan de normalidad: Holly recibe unos dólares de hombres capaces de comprar su “compañía”. Paul, por su lado, acepta los billetes que deja sobre el velador, la adinerada mujer mayor que llega todas las tardes a su departamento.<br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMTLrsjpCaZMNFnnjavdm3GQFpaWmgTGyc68ltfmNYl8s9bwoWDsMAHUtLlUUiPiNPADI2R_rcZQAQhvTjBiVfmHsztj2dVuLNZyz0URH6UP-X4sbjP7afvg2ZhmBF3AD04iM0x-_Yv2MU/s1600/breakfast+at+tiffanys+02.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMTLrsjpCaZMNFnnjavdm3GQFpaWmgTGyc68ltfmNYl8s9bwoWDsMAHUtLlUUiPiNPADI2R_rcZQAQhvTjBiVfmHsztj2dVuLNZyz0URH6UP-X4sbjP7afvg2ZhmBF3AD04iM0x-_Yv2MU/s320/breakfast+at+tiffanys+02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5599618658831996610" border="0" /></a></span></p> <p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">La perturbación que produce la cinta, proviene precisamente, de ese punto. En cómo estos jóvenes ponen su piel en venta y que esa transacción sea parte de la cotidianeidad de los nuevos tiempos. Tiempos de fiestas alocadas en las que el anfitrión repleta su casa de desconocidos dispuestos a divertirse sin involucrarse de manera profunda. La secuencia que mejor representa ese aspecto, es la de la gran reunión organizada por Holly, en la que el desenfreno y la alegría rebosante solo son parte de una máscara que esconde la imposibilidad de comunicarse y estrechar lazos verdaderos.</span></p> <p style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><span style="" lang="ES-PE">Es por eso que la coincidencia amorosa, de este dúo de perdedores, resulta casi milagrosa, en plena sociedad salvaje. En ese sentido, el realizador de <b style="font-style: italic;">Días de vino y rosas</b><span style="font-style: italic;"> </span>decide apartar este enamoramiento del sopor enmascarado, para filmarlo de forma distendida, sumando correrías por tiendas y bibliotecas, tragos preparados con el último resto de licor en las botellas, y prendas glamorosas que nunca parecieron tan fáciles de poner (y quitar). Una muestra de que, a pesar de su acritud, Blake Edwards seguía siendo un romántico, y no había perdido, del todo, la fe en las personas.</span></span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-81075957893427839672011-02-22T00:52:00.005-05:002011-02-22T23:10:11.659-05:00Pastillas para no soñar: Los labios (2010)<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_8AiQLZo467Z4oPfzzfQe5fgx1MI10m_wdnJp9sYGyNfmjbvU5K6QY07qoRwAKXAtaflIIPC_JB_KImzYxvvIbMQsPc3NpI_0dKqc-VOCdZP_ilgUqZ8ibQKPS_QuINmpWOEmFpvNM7bb/s1600/Los+labios.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_8AiQLZo467Z4oPfzzfQe5fgx1MI10m_wdnJp9sYGyNfmjbvU5K6QY07qoRwAKXAtaflIIPC_JB_KImzYxvvIbMQsPc3NpI_0dKqc-VOCdZP_ilgUqZ8ibQKPS_QuINmpWOEmFpvNM7bb/s320/Los+labios.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5576389009396173970" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Tres asistentas sociales argentinas (las actrices <span style="font-weight: bold;">Eva Bianco</span>, <span style="font-weight: bold;">Victoria Raposo</span> y <span style="font-weight: bold;">Adela Sánchez</span>) hacen un viaje al caluroso interior de su país, para recoger datos y dar cuenta de la situación que atraviesan los sectores menos atendidos. Lo interesante de esta película -dirigida por Iván Fund y Santiago Loza- radica en ese juego de ficción (los roles que interpretan estas actrices) que lidia con el registro documental (los testimonios reales de familias con problemas económicos y de salud). Es por ello que el filme siempre se enfrenta al misterio, a lo inesperado, al posible drama tras cada puerta que tocan estas trabajadoras estatales. Niños enfermos, padres desempleados o mal pagados, familias que se alimentan de forma exigua, son captados por un lente que no acentúa la tristeza o da pie al camino fácil del miserabilismo, a pesar de su tono de reportaje de denuncia.</span> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Sin embargo, el misterio no solo se guarda hacia esas situaciones verídicas -a todas luces imprevisibles-, sino que halla su cuota en estas mujeres que hacen labor social y su interactuar cotidiano. Sus silencios, gestos incómodos, llantos solitarios, y la lucha con un sueño que no concilian, son expuestos sin conclusiones, dejando su origen o sus razones a la elucubración del espectador. Así, el derrotero que seguirán estas asistentas sociales termina siendo tan incierto como el futuro que les espera a quienes vimos entrevistados por ellas. </span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-31451555372192014642011-02-22T00:40:00.009-05:002011-02-22T00:52:38.020-05:00Pastillas para no soñar: Viajo porque necesito, vuelvo porque te amo (2009)<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs6qHbEKY4pQWPJ3QHjeFftTRK5qtnI_-Bz0qpJVzCmbIG6eOtyoALnnkyWy2jZCeU7mt46jW4FlJZZbuPsWqTgLy6eI6HDK_gObk8pWc8clg9RL5bMrB9lex36-lvwNguWcaOxbOpBRAY/s1600/viajo+porque+preciso+vuelvo+porque+te+amo.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 180px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs6qHbEKY4pQWPJ3QHjeFftTRK5qtnI_-Bz0qpJVzCmbIG6eOtyoALnnkyWy2jZCeU7mt46jW4FlJZZbuPsWqTgLy6eI6HDK_gObk8pWc8clg9RL5bMrB9lex36-lvwNguWcaOxbOpBRAY/s320/viajo+porque+preciso+vuelvo+porque+te+amo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5576386905105957522" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><b style="font-style: italic;">Viajo porque necesito, vuelvo porque te amo</b> (2009), dirigida por </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Karim Ainouz</span><span style="font-size:85%;"> y </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Marcelo Gomes</span><span style="font-size:85%;"> es una cinta brasileña construida con todos los formatos a mano, desde el profesional hasta el casero, pasando por los celulares y las cámaras fotográficas. El título del filme proviene de un <span style="font-style: italic;">graffiti </span>con el que se topa el protagonista-narrador en una parada de su travesía por el nordeste brasileño. La frase se convertirá en su mantra, en su predicamento recurrente y preferido para evocar el amor de una mujer que dejó el hogar y que aún lo atrapa desde sus recuerdos.</span> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Esta suerte de bitácora desgarrada y, a la vez, contenida, se va desgajando de a pocos en su emotividad. Entre los análisis de suelo -que realiza sin mucho entusiasmo pese a su profesión de geólogo- el protagonista devela los detalles de una vida en común que ya no existe, pero que añora y necesita. Las confesiones también se mezclan en sus ocasionales encuentros con las mujeres que recoge en la carretera -que no lo defraudan nunca al entregarle sonrisas y caricias en los momentos precisos. El viajero da cuenta de sus cuerpos y movimientos, así como busca, en ellas, esas historias que las saque del anonimato y las haga permanecer en su memoria. <b style=""><span style="font-style: italic;">Viajo porque necesito, vuelvo porque te amo</span> </b>es una película que escarba en lo sentimental y logra su objetivo: la voz del geólogo y la música de su auto aún resuena en mis oídos.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-22982931790081055432011-01-20T14:39:00.008-05:002011-01-20T14:54:59.305-05:00La huérfana (2009) de Jaume Collet-Serra<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheTp4K5RRj83o86HQoPEm0VE7p06P7nYHXRUA9aokmSZOdU645k6buPQH7-Nv6uMlTGkIAAJcSmFkIF0MFjk4heLSGBHZ6Y22DaJAwKj-wUSYISrNayxPTob7Pqd-Mh8Ydw_XDkeunLofy/s1600/la+huerfana+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 224px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheTp4K5RRj83o86HQoPEm0VE7p06P7nYHXRUA9aokmSZOdU645k6buPQH7-Nv6uMlTGkIAAJcSmFkIF0MFjk4heLSGBHZ6Y22DaJAwKj-wUSYISrNayxPTob7Pqd-Mh8Ydw_XDkeunLofy/s320/la+huerfana+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5564356779300665906" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Los niños y su acariciante perversidad. ¿Acaso hay algo más atractivo? Sangre y gritos infantiles, o mejor, carcajadas infantiles. La pesadilla del desequilibrio, malignidad que desborda la talla junior. Por supuesto, la fórmula ha sido aplicada muchísimas veces, con mayor o menor fortuna. Sin ser perfecta y con algunas licencias, podríamos incluir a <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">La Huérfana</span>, de <span style="font-weight: bold;">Jaume Collet - Serra</span>, en ese primer destacado grupo.</span><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /><span style="font-size:85%;">Una familia resquebrajada por el dolor de haber perdido al nuevo integrante en camino, decide adoptar una niña huérfana algo crecida. Esther (<span style="font-weight: bold;">Isabelle Fuhrman</span>) por su lindura y brillantez es la pequeña elegida. No obstante, sucesos extraños desde su llegada al hogar, harán que la madre (<span style="font-weight: bold;">Vera Farmiga)</span> empiece a creer que Esther no es el ángel que aparenta ser.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;">Uno de los factores que hacen a esta película interesante es que se puede respirar su cinefilia. Porque no hay nada que cause mayor satisfacción que encontrar una cinta que se ha alimentado de otras, sin chapuzas. Es imposible no reconocer en la postura de la protagonista, reminiscencias de la pequeña malvada de <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">La mala semilla</span> (1956) de <span style="font-weight: bold;">Melvyn LeRoy</span>. Desde su pulcritud y modales añejos – hay que ver como en una secuencia calca la reverencia de la original -, hasta esa máscara de encanto. La diferencia con la cinta de LeRoy es que en <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">La Huérfana</span>, vemos todo lo que la Christine Penmark de trenzas rubias y sonrisa inmensa, solo dejaba entrever de sus retorcidas acciones. Así, Esther es capaz de fracturarse un brazo para aparecer como víctima y culpar a la madre adoptiva, como también de amenazar furibundamente y asesinar sin dejarse nada de odio en la piel. </span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGAqYROQWax6HIPCMhCLyALoevb_J6Dc38ZfzdJYo7K22IIUDqRP7sIA79ounWSGfZvbQS0JRb56Rw7HhETi7JaPGhOnTosGdK9_m1SD_X3qVBeeXLc3AKy5XEEvW_7lYjEt9Xl5F0gnQS/s1600/la+huerfana+2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 210px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGAqYROQWax6HIPCMhCLyALoevb_J6Dc38ZfzdJYo7K22IIUDqRP7sIA79ounWSGfZvbQS0JRb56Rw7HhETi7JaPGhOnTosGdK9_m1SD_X3qVBeeXLc3AKy5XEEvW_7lYjEt9Xl5F0gnQS/s320/la+huerfana+2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5564357133985300722" border="0" /></a><span style="font-size:85%;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;">La Huérfana</span> acierta además, en la creación de una atmósfera de suspenso que se va incrementando dosificadamente, con sobresaltos cada vez más poderosos, aunque no excesivos en cantidad. <span style="font-weight: bold;">Collet-Serra</span> nos prepara para un desate del caos, pero afortunadamente no otorga visos del desenlace, el mismo que se torna en una vuelta de tuerca que casi nadie espera, acostumbrados como estamos a las resoluciones fáciles de los productos hechos en serie del peor Hollywood. </span><br /><br /><span style="font-size:85%;">A pesar de sus puntos flacos, como la construcción endeble de algunos personajes secundarios (los pequeños hermanos) y un par de clichés que asoman por ahí, vale la pena echar un vistazo a <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">La Huérfana.</span> Una cinta entretenida, llevada a cabo con oficio y que sin mayores aspavientos llegó a la cartelera para sorprender gratamente.</span><br /><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >(Publicado originalmente en la revista Godard! Nº 21, septiembre de 2009)</span><br /></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-61089258801251994032011-01-07T18:49:00.007-05:002011-01-07T19:02:22.493-05:00El infierno del odio (1963) de Akira Kurosawa<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAXvJ62m7-bI_SUlDoL8UxtNlKDjH96s4BEWetX8hTg8bAfxoZnPLwrI7ES8OEWsbAj-LWp8IE153TgGeAswGjDoE7K8KTzlLqIKTQOI5qBXtrxSbvLUlyv2H9k-fayjHl823NzpQvTHQh/s1600/infierno+del+odio+kurosawa+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 226px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAXvJ62m7-bI_SUlDoL8UxtNlKDjH96s4BEWetX8hTg8bAfxoZnPLwrI7ES8OEWsbAj-LWp8IE153TgGeAswGjDoE7K8KTzlLqIKTQOI5qBXtrxSbvLUlyv2H9k-fayjHl823NzpQvTHQh/s320/infierno+del+odio+kurosawa+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5559597189054906898" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Ante la pregunta sobre el origen de la codicia, uno de los personajes de <b style="font-style: italic;">El silencio de los inocentes</b><span style="font-style: italic;"> </span>(1991) de <span style="font-weight: bold;">Jonathan Demme</span>, responde: <span style="font-style: italic;">“empiezas a codiciar lo que ves todos los días”</span>. Casi tres décadas antes, <span style="font-weight: bold;">Akira Kurosawa</span> respondió de manera similar esa misma interrogante, con un filme cuya trama exudaba no solo ese sentir malsano, sino también el odio más visceral e intenso que hayamos visto nunca. El cineasta japonés puso en el écran la historia de Gondo (<span style="font-weight: bold;">Toshiro Mifune</span>), socio de una fábrica de zapatos con hambre de crecimiento, para dar cuenta de la oscuridad que puebla el alma humana.</span><span style="font-size:85%;"> </span></div><div> </div><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Desde los primeros minutos, es fácil inferir que <b style="font-style: italic;">El infie</b><b style=""><span style="font-style: italic;">rno del odio</span> </b>tiene mucho de sórdida y poco complaciente<b style="">. </b>Kurosawa<b style=""> </b>nos invita a escarbar en la moral del protagonista, cuando lo coloca en el dilema de optar por mantener a salvo gran parte de su patrimonio -dinero que le permitiría hacerse con la porción mayoritaria del negocio-, o entregar esa fortuna a cambio de la vida del pequeño hijo de su chofer. Solidaridad, egoísmo, humanidad y avaricia son palabras que Gondo deberá tener en cuenta.</span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ1y-XDG-VIX17Q6kyGf2Fz33ObGBFuMbCC43xqTz1QMJ9CJZg34G1JQMexSwxNaspocZc7qajRgb9hrmbQaih7RmrHPMe0wElS6N4H_5xrrwFjZpjM1Y_Czxbhci4dvQXfgy-HdNxbu0R/s1600/infierno+del+odio+kurosawa+2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 138px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgJ1y-XDG-VIX17Q6kyGf2Fz33ObGBFuMbCC43xqTz1QMJ9CJZg34G1JQMexSwxNaspocZc7qajRgb9hrmbQaih7RmrHPMe0wElS6N4H_5xrrwFjZpjM1Y_Czxbhci4dvQXfgy-HdNxbu0R/s320/infierno+del+odio+kurosawa+2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5559596862399657698" border="0" /></a></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">El director de <b style="font-style: italic;">Rashomon</b><span style="font-style: italic;"> </span>dota de motivos razonables a su personaje, consiguiendo que el espectador se identifique con él, y, por ende, se cuestione a sí mismo a medida que avanza el filme. Las secuencias en que se discute sobre “lo correcto” del posible actuar del protagonista, son intensas por el dramatismo <i style="">in crescendo, pero sin </i>recurrir al trazo grueso. La solución a la disyuntiva pondrá fin a esta primera parte de la cinta, en la que cada elemento ha sido pensado cuidadosamente: la ubicación de la casa en que suceden los hechos –en lo alto de una colina, mirando con indiferencia a los barrios populosos– y el desarrollo de las acciones, circunscritas a un par de ambientes que crean claustrofobia y asfixia.<br /></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--> </p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Lo que sigue es el desentrañamiento de la intriga policial. Las pesquisas y persecuciones son filmadas en los bajos fondos, reparando en una delirante fauna en la que los <i style="">junkies</i><span style=""> </span>y el rocanrol ponen, por su lado, la nota fantasmal y el suspenso. Asimismo, los giros narrativos no remiten a historia conocida, sino que se decantan en un final impredecible. Es entonces que la codicia y el odio, de los que hablamos en un principio, cubren la pantalla, para lanzar un grito desesperado que Kurosawa no desea acallar y sí mostrar en toda su aterradora dimensión.<span style=""> </span></span></p> <p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"></span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-70239208954623204792011-01-04T17:05:00.011-05:002011-01-09T02:09:01.828-05:00Mejores del año y de la década<span style="font-size:85%;">Aprovecho la encuesta realizada por el blog <span style="font-weight: bold;">También los cinerastas empezaron pequeños</span>, para colocar mis preferidas del año y de la década (estrenadas o no). Aquí esta lista muy personal y discutible, como todas.<br /></span><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><br /><b style="">Diez mejores películas de 2010 (en orden de preferencia)</b><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgemkFDQUYwQ3m9262EP-U2CoTgWmczQ1mp3IUM6u-sJdse3XGXn84TYT2XRb4UneAB3q2ffhRbFPXAWHXMTyUGPQQkMbYzhH8EO2_VTVx9bJVh7i5V2Vw4eG64FwkmcSSXD3zAn9Ww2bGT/s1600/two-lovers.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 216px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgemkFDQUYwQ3m9262EP-U2CoTgWmczQ1mp3IUM6u-sJdse3XGXn84TYT2XRb4UneAB3q2ffhRbFPXAWHXMTyUGPQQkMbYzhH8EO2_VTVx9bJVh7i5V2Vw4eG64FwkmcSSXD3zAn9Ww2bGT/s320/two-lovers.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558457772707569586" border="0" /></a></span><!--[if gte mso 9]><xml> <w:worddocument> <w:view>Normal</w:View> <w:zoom>0</w:Zoom> <w:hyphenationzone>21</w:HyphenationZone> <w:punctuationkerning/> <w:validateagainstschemas/> <w:saveifxmlinvalid>false</w:SaveIfXMLInvalid> <w:ignoremixedcontent>false</w:IgnoreMixedContent> <w:alwaysshowplaceholdertext>false</w:AlwaysShowPlaceholderText> <w:compatibility> <w:breakwrappedtables/> <w:snaptogridincell/> <w:wraptextwithpunct/> <w:useasianbreakrules/> <w:dontgrowautofit/> </w:Compatibility> <w:browserlevel>MicrosoftInternetExplorer4</w:BrowserLevel> </w:WordDocument> </xml><![endif]--><!--[if gte mso 9]><xml> <w:latentstyles deflockedstate="false" latentstylecount="156"> </w:LatentStyles> </xml><![endif]--><!--[if !mso]><object classid="clsid:38481807-CA0E-42D2-BF39-B33AF135CC4D" id="ieooui"></object> <style> st1\:*{behavior:url(#ieooui) } </style> <![endif]--><!--[if gte mso 10]> <style> /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:#0400; mso-fareast-language:#0400; mso-bidi-language:#0400;} </style> <![endif]--><span style="font-size:85%;">1. Los Amantes (James Gray)<br />2. <a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/2010/11/toy-story-3-2010-de-lee-unkrich.html">Toy Story 3</a> (Lee Unkrich)<br />3. La cinta blanca (Michael Haneke)<br />4. Red social (David Fincher)<br />5. Enemigo interno (Werner Herzog)<br />6. Un hombre solo (Tom Ford)<br />7. Criatura de la noche (Tomas Alfredson)<br />8. Atracción peligrosa (Ben Affleck)<br />9. Zona de miedo (Kathryn Bigelow)<br />10. La visita de la banda (Eran Kolirin)</span> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Menciones: <a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/2010/03/la-caja-2009-de-richard-kelly.html">La Caja</a> (Richard Kelly), El último exorcismo (Daniel Stamm), Los abrazos rotos (Pedro Almodóvar)<br /></span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style="">Tres o cinco peores películas del año (sin orden de preferencia)</b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Ella (Francisco Lombardi)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">La vigilia (Augusto Tamayo)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">La Pontífice (Soke Wortmann)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Ex, todos tenemos uno (Fausto Brizzi)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Comer, rezar, amar (Ryan Murphy)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style=""> </b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style="">Mejor película peruana</b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Paraíso (Héctor Gálvez)<br /><br /><b style="">Peor película peruana</b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style=""> </b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Ella (Francisco Lombardi)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style="">Mejores películas del circuito cultural o alternativo (festivales, cineclubes) o vistas por primera vez en 2010</b></span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWB83dkMdWcgomt8VSsv33wY8r0uPt1Q7C-Rl_KwFGdNCKbw0QkwCdUmQRjO-jPlgAyCcE8PCWfrqy9bMwGQy0cUJ_l1LvWsNbUWS2ldFMaW1sEtHpt6OrZQ613SSW5qOBTotEHx5pgj5s/s1600/angst.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 184px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWB83dkMdWcgomt8VSsv33wY8r0uPt1Q7C-Rl_KwFGdNCKbw0QkwCdUmQRjO-jPlgAyCcE8PCWfrqy9bMwGQy0cUJ_l1LvWsNbUWS2ldFMaW1sEtHpt6OrZQ613SSW5qOBTotEHx5pgj5s/s320/angst.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558459781386744338" border="0" /></a></span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Sin orden de preferencia:<b style=""><br /></b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style=""> </b></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Los labios (Iván Fund y Santiago Loza)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Viajo porque necesito, vuelvo porque te amo (Karim Ainouz y Marcelo Gomes)</span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/2010/08/festival-de-lima-2010-carancho-de-pablo.html">Carancho</a> (Pablo Trapero)<br /></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Vidas secas (Nelson Pereira dos Santos)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">La Heredera (William Wyler)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Come and get it (Howard Hawks y William Wyler)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">The westerner (William Wyler)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Dodsworth (William Wyler)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Carta de una desconocida (Max Ophüls)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">All that heaven allows (Douglas Sirk)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Written on the wind (Douglas Sirk)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Vengeance (Johnnie To)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Joint Security Area (Park Chan Wook)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Los santos inocentes (Mario Camus)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">¿Quién puede matar a un niño? (Narciso Ibáñez Serrador)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">El desencanto (Jaime Chávarri)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Angst (Gerald Kargl)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Le refuge (François Ozon)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;"> </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><b style="">Mejores 10 películas de la década estrenadas en Perú (en orden de preferencia)</b></span></p><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><b style=""><br /></b></span></p><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DkK3sRiv0WKfp9dLtIM7sR_mwi4yyDDgc4oCaItpeJPf4kxKd2j1GL9h7iHtvg-4OkXkA8wqWji9erMJyDyxZbiFomW2FQE6Kmw044jj9qapmVo6v-0WP01UOFSO74nbSAkI_JdnvKnN/s1600/el+hombre+que+nunca+estuvo.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 206px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3DkK3sRiv0WKfp9dLtIM7sR_mwi4yyDDgc4oCaItpeJPf4kxKd2j1GL9h7iHtvg-4OkXkA8wqWji9erMJyDyxZbiFomW2FQE6Kmw044jj9qapmVo6v-0WP01UOFSO74nbSAkI_JdnvKnN/s320/el+hombre+que+nunca+estuvo.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558461012176465298" border="0" /></a></span></p><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><br /></span></p><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">1. El hombre que nunca estuvo (Joel y Ethan Coen)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">2. Dogville (Lars Von Trier)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">3. <a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/2010/11/pastillas-para-no-sonar-kill-bill-vol-1.html">Kill Bill</a> (Quentin Tarantino)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">4. Río místico (Clint Eastwood) </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">5. Petróleo sangriento (Paul T. Anderson)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">6. El hombre sin pasado (<a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/search/label/Aki%20Kaurism%C3%A4ki">Aki Kaurismäki</a>)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">7. Escondido (Michael Haneke)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">8. <a href="http://elglamourdemargo.blogspot.com/2009/02/de-perdedores-y-monstruos-host-2006.html">The Host: Monstruo depredador</a> (Bong Joon-ho)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">9. Con ánimo de amar (Wong Kar-Wai)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">10. Antes del atardecer (Richard Linklater)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="yiv112691027msonormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Menciones: Los Amantes (James Gray) y Toy Story 3 (Lee Unkrich) </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style="">Mejores 10 películas de la década no estrenadas en Perú (en orden de preferencia)<br /></b></span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9BZ_7SNQFpEa7qF8YCkQU0v81YZc_BDQKlrf2whX-jIs0QfMxo1KxRSuwXqPt72lE-dtyBKSiJoA9E3IGl7ULV7b89gH-8iba_sRf-c1VYyWpxzjlZSIspY8elb7h4-w5zmcjZwKU46jb/s1600/Memories-of-Murder.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 214px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9BZ_7SNQFpEa7qF8YCkQU0v81YZc_BDQKlrf2whX-jIs0QfMxo1KxRSuwXqPt72lE-dtyBKSiJoA9E3IGl7ULV7b89gH-8iba_sRf-c1VYyWpxzjlZSIspY8elb7h4-w5zmcjZwKU46jb/s320/Memories-of-Murder.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558461787481095010" border="0" /></a></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">1.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-size:85%;">Crónica de un asesino en serie (Bong Joon-ho)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">2.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Good Bye, Dragon Inn (Tsai Ming-liang)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">3.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Vengeance (Johnnie To)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">4.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">The saddest music in the world (Guy Maddin)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">5.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Platform (Jia Zhang Ke)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">6.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Vincere (Marco Bellochio)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">7.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">The World (Jia Zhang Ke)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">8.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Joint Security Area (Park Chan-Wook)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">9.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span style="font-size:85%;">El Club del suicidio (Sion Sono)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt; text-indent: -18pt; text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">10.<span style="font: 7pt "Times New Roman";"> </span></span><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Flandres (Bruno Dumont)</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"> </p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span lang="EN-GB" style="font-size:85%;">Menciones: Ten (Abbas Kiarostami), Election (Johnnie To), Unknown pleasures (Jia Zhang Ke), Mother (Bong Joon-ho), Antichrist (Lars Von Trier), Thirst (Park Chan-Wook), My Winnipeg (Guy Maddin).</span></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 18pt;"><span style="" lang="EN-GB"> </span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-16702248437900234682010-11-08T16:40:00.006-05:002010-11-08T16:48:55.624-05:00Pastillas para no soñar: Kill Bill Vol. 1 y 2<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilOU3JihovHygwreERiOdjRVeAYdvYXgX1M0c767EAH5ervcqf59IpO7aualKa5x5iSRozt1QOsiE1kLN4S1ywL4D8wG7Ksvxpu8DhGnPZvulxhXWFZdRBDDwIttn14ard1cbe97xV0E2a/s1600/david-carradine-uma-thurman-kill-bill-2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 208px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilOU3JihovHygwreERiOdjRVeAYdvYXgX1M0c767EAH5ervcqf59IpO7aualKa5x5iSRozt1QOsiE1kLN4S1ywL4D8wG7Ksvxpu8DhGnPZvulxhXWFZdRBDDwIttn14ard1cbe97xV0E2a/s320/david-carradine-uma-thurman-kill-bill-2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5537298283393556450" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">En un principio fue Black Mamba, pero transcurrirían unos minutos para que sea conocida como La Novia. Tras despertar a unos dedos entumecidos y lidiar una sangrienta batalla con 88 locos, la furibunda rubia de ojos azules tacha dos nombres en una lista de cinco sentenciados a muerte. Solo es el inicio de la revancha. Solo hemos visto el volumen 1.</span><span style="font-size:85%;"><br /><br /><span style="font-weight: bold;">Quentin Tarantino</span><b style=""> </b>despliega todos los fuegos artificiales en la primera entrega de <b style="font-style: italic;">Kill Bill</b>. En ella encontramos coreográficas peleas de artes marciales, secuencias de anime, liquido rojo en grandes cantidades, trompetas y rocanrol. El cineasta de Tennessee pone en marcha su imaginario alimentado con años de televisión, videoteca y cine club, para narrar la venganza implacable de una mujer herida por un vientre vacío y la bala que puso en su cabeza Bill, el hombre que amaba.</span><span style="font-size:85%;"><br /><br />Para la segunda parte, las luces de bengala se han apagado ya. La danza de espadas adquiere un ritmo acompasado en un escenario que ya no es el suburbio ni la ciudad motorizada, sino el desierto pelado y la frontera ardiente. Todo toma el cariz de un <i style="">western</i> furioso y a la vez melancólico, en el que la heroína vence a la fatalidad a fuerza de rememorar su aprendizaje guerrero. Conoceremos su identidad, y ya como Beatrix Kiddo visitará ese tan temido territorio de los afectos al reencontrarse con Bill, para quien ha guardado un regalo. Especial dádiva que los espectadores también consideramos nuestra: una de las muertes más románticas de los últimos tiempos. Gracias por esa explosión del corazón, Beatrix. Gracias Tarantino. </span></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-78622014588552354932010-11-04T22:03:00.007-05:002010-11-04T22:25:10.232-05:00Toy Story 3 (2010) de Lee Unkrich<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd38bi5Dp6ee7U7T5qhoL4u8PoiZO-EWWkAaQogr4ebgA_Jy0591dnqgEJ8RYYmsd0AOzed1TKkAlqc4VGP91DcMk73qCqtUTFPDfKkdhTYEqdHWOW572bJ78iieUXMd6m3Ca3-CUQaWmL/s1600/toy+story+3-+2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 162px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhd38bi5Dp6ee7U7T5qhoL4u8PoiZO-EWWkAaQogr4ebgA_Jy0591dnqgEJ8RYYmsd0AOzed1TKkAlqc4VGP91DcMk73qCqtUTFPDfKkdhTYEqdHWOW572bJ78iieUXMd6m3Ca3-CUQaWmL/s320/toy+story+3-+2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5535898292160220418" border="0" /></a><div style="text-align: justify;"> <span style="font-size:85%;">Andy tiene diecisiete años y debe partir a la universidad. Por ello, su madre le ha pedido que tome una decisión acerca de sus viejos juguetes: donarlos, guardarlos en el ático, o botarlos a la basura. El destino de Woody, Buzz Lightyear y sus otros amigos de plástico o felpa se limita a caer en manos extrañas, resignarse a la oscuridad del olvido o, lo que es peor, ser desaparecidos por el camión que recoge los trastos. </span> </div> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><b style="">Toy Story 3</b>, el último estreno de los estudios Pixar, es nostalgia pura. El sentimiento se instala desde que accedemos a la imaginación de Andy, en la niñez, cuando comandaba un fantástico mundo en el que un <i style="">sheriff</i> -vestido a la usanza del antiguo oeste- bien podía salvar a pequeños extraterrestres desesperados a bordo de un tren a punto de descarrilarse. Una etapa en la que un próximo juego con esos compañeros multicolores era más importante que cualquier otra cosa.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">En ese sentido, la cinta de <span style="font-weight: bold;">Lee Unkrich</span> trata de la resistencia de sus personajes a la pesadilla del abandono, de la desaparición, de la muerte. Esa lucha se evidencia cuando la mayoría de juguetes opta por el escape hacia un futuro incierto, por rebelarse ante lo aparentemente decidido por su dueño. Es decir, la dignidad de la independencia será su respuesta a la ingratitud de la memoria de Andy.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo-GKsKbDKsxm7xHtFcnVb_5nw98daCKqc9ByDC8JcXqBCqR_vaTfIxhVUk5iyo46bqsYYoKL7MZighL2S47jZLJP3Ae1w0thvLBr5y84GIdlNBWzkVrq1cknobsLcOlFQYGYESFGUtKW_/s1600/toy+story+3+-+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 178px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo-GKsKbDKsxm7xHtFcnVb_5nw98daCKqc9ByDC8JcXqBCqR_vaTfIxhVUk5iyo46bqsYYoKL7MZighL2S47jZLJP3Ae1w0thvLBr5y84GIdlNBWzkVrq1cknobsLcOlFQYGYESFGUtKW_/s320/toy+story+3+-+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5535897553451902546" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">La búsqueda de esa segunda oportunidad los llevará a <i style="">Sunnyside</i>, guardería en la que esper</span><span style="font-size:85%;">an afirmar su utilidad. Aquí, sus expectativas son sobrepasadas de la peor manera. Los niños de muy corta edad son torbellinos que arrasan -literalmente- con los juguetes que encuentran a su paso: los dejan caer, los golpean contra las paredes, los desarman sin piedad. Así, la primera infancia es vista, aunque con toques sarcásticos, en su dimensión menos amable.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Este despertar del romanticismo, en la visión de los niños, no es lo único que les depara la estancia en <i style="">Sunnyside</i>. La guardería irá revelando su misterio a medida que las sombras vayan cubriendo el lugar. La oscuridad se trasladará a los rostros que en un principio se mostraron solidarios y comprensivos. Personajes como el líder paternal Lotso o el amable -y metrosexual- Ken harán entender las injustas reglas del juego a los recién llegados. Unas reglas que se sostienen en la más fría conveniencia, al modo y usanza de las peores mafias. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Un aspecto interesante en <b style="">Toy Story 3 -</b>y que es un signo habitual en los filmes de Pixar<b style="">-</b>, es la profundidad con que se mira a los personajes, incluso a los villanos de la historia, logrando un saludable alejamiento de los arquetipos primarios. Este es el caso de Lotso, el peluche con olor a fresas que incita las prácticas corruptas en la guardería. En el que es uno de los pasajes más conmovedores de la cinta, conocemos el origen de su maldad y desencanto. Un </span><span style="font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">retorno al pasado que es, por si solo, un pequeño y delicado cuento en el que un hecho fortuito transforma el afecto en desilusión y rencor. Entendemos, entonces, que Lotso fue una víctima y que no quiere volver a serlo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3V65P6kRyicrDfB1FtwnVZOVldduvrFc4zfQvlVXIOyjHLpBNDqdrK5JSO_BGTkg3NVr-QAKTywtbWuQWENSbTjNzsyJhuoKIDZBiCNLb-a6aZG5qwjzp_r8ztz8QCJ-7qLcHKXa3kLWm/s1600/toy+story+3-+3.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 179px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3V65P6kRyicrDfB1FtwnVZOVldduvrFc4zfQvlVXIOyjHLpBNDqdrK5JSO_BGTkg3NVr-QAKTywtbWuQWENSbTjNzsyJhuoKIDZBiCNLb-a6aZG5qwjzp_r8ztz8QCJ-7qLcHKXa3kLWm/s320/toy+story+3-+3.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5535900650519162754" border="0" /></a>El sinfín de aventuras que pasan los viejos juguetes de Andy por volver a casa es delirante. La estrategia de escape contempla desde la amenaza (Barbie obliga a Ken a revelarle un dato a cambio de no arruinar su brillante ropa de colección); hasta mudar de apariencia (el señor cara de papa convertido en tortilla de maíz). No obstante y, a pesar de las adversidades, la cofradía se mantiene sólida, aun cuando se enfrentan a uno de sus mayores temores.</span><span style="font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;"> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">El final desborda emotividad. Un nudo en la garganta aparece cuando Andy toma una decisión generosa y de agradecimiento con esas figuras pequeñitas de colores brillantes que lo acompañaron en su infancia, que estuvieron siempre para él, incluso cuando prefirió un teléfono móvil e invertir su tiempo en practicar deportes para impresionar a las chicas. De esta manera, somos testigos del mejor homenaje que ese chico puede hacer a esos personajes clave en su vida. <b style="">Toy Story 3 </b>nos obliga a escarbar en la memoria entre sonrisas y, quizás, alguna que otra lágrima.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-81186281079681998762010-09-09T14:45:00.007-05:002010-09-09T15:05:14.421-05:00Festival de Lima 2010: Norteado de Rigoberto Pérezcano<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEJyavXiBLtaTXTyyly89jUQYLHrUoag0YsND0CCSK2L8mEMTS6jJTMkaHFrXK011_XCbyoRiq0bc1hHvMmUdYxfHArs8eBCddxsrnXD0ADBv1vXXy-Zmk3SFlxrB2FAf6AFIqSwv00xqx/s1600/Norteado+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEJyavXiBLtaTXTyyly89jUQYLHrUoag0YsND0CCSK2L8mEMTS6jJTMkaHFrXK011_XCbyoRiq0bc1hHvMmUdYxfHArs8eBCddxsrnXD0ADBv1vXXy-Zmk3SFlxrB2FAf6AFIqSwv00xqx/s320/Norteado+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515005894621447890" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">México tuvo dos muy buenas representantes este año. Una de ellas fue <b style="">Norteado,</b> de <span style="font-weight: bold;">Rigoberto Pérezcano</span>, cinta que pasó desapercibida para el jurado oficial, pero no para la Asociación de Prensa Cinematográfica (APRECI), que le otorgó su premio a la mejor película de ficción del festival. La cinta destacó por tocar un tema tan delicado como la inmigración ilegal sin los efectismos que se pueden encontrar en muchos filmes que abordan esa problemática.</span></div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Con un registro pausado, seguimos a Andrés García (<span style="font-weight: bold;">Harold Torres</span>) en su deambular por Tijuana y en su persistencia por cruzar “al otro lado”. Un sueño que no empalidece, ni siquiera cuando logra cierta estabilidad como empleado de una bodega. Nada lo hará perder de vista esa meta custodiada por extranjeros poco amables.</span></p><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUpWri8pkAFIeGLcCVJcYVoDpwsty3H_Z0nACZn8zGOT-YEaetODD-jaUEDcoDpAOxGlFmIY0vvQPuBQtfs2Gbjg9yGQVjMHUctlXhWOw2R6U18YUEHYw_yb2FqvCHyphdy2D140yCsJGT/s1600/Norteado+2.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 213px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUpWri8pkAFIeGLcCVJcYVoDpwsty3H_Z0nACZn8zGOT-YEaetODD-jaUEDcoDpAOxGlFmIY0vvQPuBQtfs2Gbjg9yGQVjMHUctlXhWOw2R6U18YUEHYw_yb2FqvCHyphdy2D140yCsJGT/s320/Norteado+2.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5515006569453454610" border="0" /></a></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Uno de los puntos fuertes del filme de <span style="font-weight: bold;">Pérezcano </span>es su alejamiento de cualquier ceremonia y/o dramatismo exacerbado. En <b style="">Norteado</b> no hay discursos sobre la patria, la pobreza o el desamparo al que se enfrentan los inmigrantes. Muestra de ello son las escenas que tienen lugar en la dependencia estadounidense, encargada de deportar a los temerarios atrapados en el intento: hay frustración, más no lágrimas. La cámara se posa en los rostros recios de aquellos que han pasado por ese trance más de una vez, y a quienes esos guardias de cabello rubio de seguro volverán a ver. </span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Ese alejamiento de las complacencias también se traslada a la relación de Andrés con los demás personajes, los cuales no repiten tópicos de villanos o ángeles guardianes. Simplemente están allí, y son parte de esa cotidianeidad transitoria del protagonista. Por otro lado, el romance nunca adquiere el tono simplón del regodeo cursi, o, lo que es peor, del sexo explotado sin razón, sino que es presentado de forma espontánea y creíble, dejando, también, espacio para el humor. En su sobriedad, <b style="">Norteado</b> logra conmover delicadamente. La imagen final -ese sillón providencial que se pierde entre los autos bajo un calor abrasador- es antológica.</span><br /></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-77804788237037831622010-09-02T15:43:00.008-05:002010-09-02T15:59:42.129-05:00Los primeros pasos de Bresson: Los ángeles del pecado (1943)<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhSIysbHe831ha0OcWMPpHLzuwCuxcyj6lGybyAkAhs0bentjlMTyG3dkX7-wMq9nZ88lbvc5odktKgXl4hxjwok6klftqRWyGRjVpRzTq_pu2BL_alxtBI7lTOxDPpx-LDI4gHmgD6mbM/s1600/bresson+los+angeles+del+pecado.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhSIysbHe831ha0OcWMPpHLzuwCuxcyj6lGybyAkAhs0bentjlMTyG3dkX7-wMq9nZ88lbvc5odktKgXl4hxjwok6klftqRWyGRjVpRzTq_pu2BL_alxtBI7lTOxDPpx-LDI4gHmgD6mbM/s320/bresson+los+angeles+del+pecado.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5512422529364295202" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">El inicio se parece mucho al de una película de misterio. Un grupo de monjas alrededor de una mesa planea lo que parece ser una operación prohibida a ser realizada del modo más subrepticio. Inquieta la orden de la madre superiora a sus subordinadas: Rezar para que la empresa llegue a buen puerto. La cámara nos ofrece un plano general de la sala atestada de religiosas que empiezan un cántico, para luego mostrar el rescate de una ex prisionera y su traslado a un convento.</span></div><div> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><o:p> </o:p></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Estamos, sin embargo, ante un rescate espiritual que involucra un aislamiento de lo terrenal. El resultado es un lugar en el que la vocación nata se mimetiza con el refugio desesperado de apuradas conversas que no encuentran salida en el mundo. Dios se confunde entonces, como signo de devoción y alternativa para sobrevivir.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><o:p> </o:p></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">El drama se hace manifiesto cuando estas motivaciones se confrontan a través de sus protagonistas: La redentora Anne-Marie (<span style="font-weight: bold;">Renée Faure</span>) y la indomable Thérèse (<span style="font-weight: bold;">Jany Holt</span>). Cada una buscará imponerse en una batalla de fe y practicidad, en la que la moral cristiana es vista con un ánimo respetuoso, pero a la vez escudriñador. Así, se encuentran secuencias en la que se muestra a la congregación como centro en el que afloran inquinas personales y comportamientos disimulados para ganar un favor superior o mantener las formas que manda el rigor del hábito.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><o:p> </o:p></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXMDgjhd91yW4eP6y64Zt5PbRIOjweGZr-FZQGHncxfyNFAqW4JtIJquEZDVlcIy0qCswg7EWJG9k3BxO2VjclYZV-kUGwBXGexisVj9srbgtpKYFSvNYfKSiu_jWDHMdar5cjdbe0DQqV/s1600/bresson+los+angeles+del+pecado+1.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 240px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXMDgjhd91yW4eP6y64Zt5PbRIOjweGZr-FZQGHncxfyNFAqW4JtIJquEZDVlcIy0qCswg7EWJG9k3BxO2VjclYZV-kUGwBXGexisVj9srbgtpKYFSvNYfKSiu_jWDHMdar5cjdbe0DQqV/s320/bresson+los+angeles+del+pecado+1.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5512423170539703842" border="0" /></a>Es interesante también, cómo <span style="font-weight: bold;">Bresson </span>filma la relación entre los personajes principales, a los que cubre de un halo por demás extraño. Hay mucho de obsesión y locura en estas mujeres, en cuyas acciones podría encontrarse un costado romántico, sobre todo de parte de la devota Anne-Marie quien queda prendada de los arrebatos de Thèrése en una visita a la prisión. La mirada que le brinda es la de una persona seducida por la rebeldía y por qué no, por el dolor. Su contraparte actúa como inductora a la corrupción, ante el abrumador discurso de pureza de la religiosa. Con esos senderos opuestos, la mecánica que se desarrolla es la de un amor no correspondido y que, por ende, se encuentra destinado al fracaso. <span style=""> </span><span style=""> </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><span style=""> </span></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b style="">Los Ángeles del Pecado</b>, cuenta con varios elementos de los que Bresson se desprendería en su posterior búsqueda estilística, por lo que al igual que <b style="">Las Damas del Bosque de Bolonia</b>, no era especialmente apreciada por él. No obstante, es una cinta que desde su tratamiento ya permitía vislumbrar su mirada crítica y humanamente conmovedora.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-75977638135159447072010-08-31T04:15:00.011-05:002010-08-31T21:44:41.505-05:00Festival de Lima 2010: Carancho de Pablo Trapero<div style="text-align: justify;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizGd4yJFvb_QIX7Y2Anln1qw4-oz2JS0glaapqStTi_copsJn-xRVRo9mTDpXeokUb31TJizo7jpy7dqwkYynxV0d_ETOx7RYnqXROBUWu3r9i6izbhHCqAJdlA9QJXMJMjuodgU_y7BVO/s1600/Carancho+Pablo+Trapero.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 215px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizGd4yJFvb_QIX7Y2Anln1qw4-oz2JS0glaapqStTi_copsJn-xRVRo9mTDpXeokUb31TJizo7jpy7dqwkYynxV0d_ETOx7RYnqXROBUWu3r9i6izbhHCqAJdlA9QJXMJMjuodgU_y7BVO/s320/Carancho+Pablo+Trapero.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5511767665268026674" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">La ausencia de<b style=""> Carancho</b> fue quizás la más notoria en la lista de premiadas en la competencia de ficción del último Festival de Lima. En esta cinta, </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Pablo Trapero</span><span style="font-size:85%;"> hace gala, una vez más, de su destreza para introducirnos -sin clichés- en ese Buenos Aires exento de glamour. Sosa (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Ricardo Darín)</span><span style="font-size:85%;"> es un habitante del infierno porteño, un abogado sin licencia que persigue y propicia accidentes de tránsito para hacerse con una tajada de seguro automovilístico. En una noche habitual de “laburo”, el amor se cuela entre el olor a muerte y a calle sucia, cuando conoce a Luján (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Martina Gusmán</span><span style="font-size:85%;">), una médica de ambulancia. Es así que esta película -que solo aparentaba ser un drama de tintes criminales- se convierte en una historia romántica.</span></div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><o:p> </o:p></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">Este romance entre dos perdedores, entre dos animales heridos; es una especie de <i style="">amour fou.</i> Y ese sentimiento es, precisamente, la condena de ambos. El particular equilibrio que llevaban en solitario -él, inserto en la corrupción de su oficio, y ella, sosteniéndose a punta de pinchazos- se termina con la aparición del otro, haciendo que la salvación se encuentre muy lejos de alcanzar. La decisión moral adoptada por Sosa -y alentada por Luján-, tras el fallido atropello “provocado” de un amigo, solo puede esperar una respuesta violenta de los capos de una jauría que buscará devorarlos para restaurar la abyecta normalidad. El director erige a sus protagonistas como héroes, como mártires dispuestos a resistir golpizas, presas de un mundo brutal. En ese sentido, la cruda violencia de <b style="">Carancho </b>es consistente durante todo el metraje. Los rostros sanguinolentos y huesos fracturados encuentran plena justificación.</span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><o:p> </o:p></span></p><div style="text-align: justify;"> </div><p style="text-align: justify;" class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;">La sexta película de </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Trapero </span><span style="font-size:85%;">es intensa y funciona muy bien en la sordidez que muestra. El único punto que chirría es el desenlace, en el que no convence la opción de la “paradoja” de un último accidente -más propia del <i style="">thriller</i> puro, que de una trama que tenía más visos de romance o drama heredero del<i style=""> noir. </i>No obstante, la energía y el pulso desplegados en <b style="">Carancho</b> hacen imposible que no se la cuente entre lo mejor del festival, pese a ese final que no llega a convencer.</span></p>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-66505692092121635272010-07-20T13:30:00.009-05:002010-07-20T14:10:54.508-05:00El rayo verde (1986) de Eric Rohmer<div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFrWg4l18F_Fegt9hMj3N0fMDWXinOnAx8KCASiKwPzrRAwM1TNsd0w86-SW97h2U_V0fRF5VMVHVun-utX_uBykhqhTCBBNQ3T38hBQFtpzAIYmLOAfPlssTaP99Y4gpLVKSxLGiqzNQs/s1600/delphine+el+rayo+verde.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 245px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFrWg4l18F_Fegt9hMj3N0fMDWXinOnAx8KCASiKwPzrRAwM1TNsd0w86-SW97h2U_V0fRF5VMVHVun-utX_uBykhqhTCBBNQ3T38hBQFtpzAIYmLOAfPlssTaP99Y4gpLVKSxLGiqzNQs/s320/delphine+el+rayo+verde.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5496064166805319458" border="0" /></a></span><span style="font-size:85%;">Sin un guión definido, y apelando a ese realismo intimista que tanto le interesaba captar, </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Eric Rohmer</span><span style="font-size:85%;"> filma en 1986, </span><span style="font-style: italic; font-weight: bold;font-size:85%;" >El rayo verde,</span><span style="font-size:85%;"> quinta película de la serie Comedias y Proverbios. La protagonista Delphine (</span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Marie Riviére</span><span style="font-size:85%;">), es una secretaria cuyos planes de vacaciones con su amiga se han ido por la borda. Sola y sin nada que hacer, tratará de ocupar ese tiempo saliendo de la ciudad por unos días.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;">Si se tuviera que elegir a los personajes más emotivos y cercanos del universo del hermano mayor de la </span><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >nouvelle vague</span><span style="font-size:85%;">, sin duda Delphine estaría entre ellos, y ocuparía un lugar privilegiado. Su soledad, su búsqueda incesante de ese 'algo' que le permita asirse al mundo; el querer hallar una cuota de profundidad en lo cotidiano, logra conmovernos por lo incierto de su empresa. La protagonista nos conmueve también porque, en esa fragilidad que es todo su ser, está un poquito de nuestra esperanza: la de acabar con tantos paramétros, con roles absurdos, con expectativas que cumplir para ser aceptados.</span><br /><br /><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Rohmer </span><span style="font-size:85%;">consigue ese efecto en el espectador, registrando a Delphine del modo más sincero posible, sin adornos ni frases impostadas. El director no es compasivo ni indulgente con ella; pero si la acompaña, como un amigo, en el aburrimiento, en el ánimo quebradizo, en los silencios incómodos. Está ahí para sostenerla cuando los demás murmuran y le gastan bromas para señalarla como al bicho raro, como la chica melancólica que desentona con sus risas y modo fácil de ver la vida.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4ragmIZCz8Wj-8Vg4O6GdSgKZ5g-5Zonwmo9w-iMkg2XmckSjPuyvK1FCFXz5UeBuqc1XWG0d3Iq-XlbI9IIE9oJ5CVIDJYcJerNvb0ZcJkN2V_zfXKsYk52VKYatyMc6sLD3OD246Bqh/s1600/el+rayo+verde+rohmer.jpg"><img style="display: block; margin: 0px auto 10px; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 235px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4ragmIZCz8Wj-8Vg4O6GdSgKZ5g-5Zonwmo9w-iMkg2XmckSjPuyvK1FCFXz5UeBuqc1XWG0d3Iq-XlbI9IIE9oJ5CVIDJYcJerNvb0ZcJkN2V_zfXKsYk52VKYatyMc6sLD3OD246Bqh/s320/el+rayo+verde+rohmer.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5496064589243983314" border="0" /></a></span><span style="font-size:85%;">De este modo, Delphine continúa con un viaje que le sirve para explorar su soledad, aunque dicha travesía amenace con ser la más desoladora de su vida. Sin embargo, como toda heroína, resiste los embates cotidianos, aferrándose a pequeños señuelos que le permiten incorporarse y continuar con su búsqueda: un par de cartas de azar, una conversación sobre Julio Verne, y la excepcionalidad del rayo verde -ese fenómeno luminoso raro y esquivo.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;">Es esa terquedad, propia de los personajes de </span><span style="font-weight: bold;font-size:85%;" >Rohmer</span><span style="font-size:85%;">, la que va a definir el desenlace de esos días marcados por el aislamiento y la incomprensión. A Delphine le bastará una estación de tren, echar mano de la intuición, y la visita a una playa no recorrida, para poder hallar por fin esa luz que, a pesar de su fugacidad, será su ancla a la vida y un signo de reconciliación con ella misma.</span><br /></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8161723817698703742.post-2763334702852287182010-03-18T16:46:00.012-05:002010-03-18T18:38:32.272-05:00Alicia en el país de las maravillas (2010) de Tim Burton<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8FYmeZOSVAi7Qph92h7Q4Hxloy4PmEyQB4fMOnK0s-4c3yKvNzyld5L51PhogCCXLLEmyCV71EeomsBhZLarHrF52l0SvjTVERMrKugAo5umSbOqQOjxOCRnw9DQ-LH4Q4_RkPeJD3el/s1600-h/Alice+wonderland+01.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-8FYmeZOSVAi7Qph92h7Q4Hxloy4PmEyQB4fMOnK0s-4c3yKvNzyld5L51PhogCCXLLEmyCV71EeomsBhZLarHrF52l0SvjTVERMrKugAo5umSbOqQOjxOCRnw9DQ-LH4Q4_RkPeJD3el/s320/Alice+wonderland+01.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5450114986272848354" border="0" /></a><div style="text-align: justify;"><span style="font-size:85%;">Después de <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Sweeney Todd</span>, <span style="font-weight: bold;">Tim Burton</span> se avocó a realizar su versión de la obra mayor de <span style="font-weight: bold;">Lewis Carroll</span>. Trasladar el complejo universo y el espíritu de la novela representaba una valla muy alta. Hoy, con la película en las salas, se puede decir que el cineasta estadounidense no logró superarla.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;">La adaptación que hace <span style="font-weight: bold;">Burton</span>, nos presenta a la protagonista con (<span style="font-weight: bold;">Mia Wasikowska</span>) con 19 años de edad y a punto de responder la propuesta de matrimonio de un joven con dinero, maniático del cumplimiento de las reglas y carente de carisma; es decir, todo lo contrario a ella que se muestra insumisa, soñadora y llena de simpatía. Es en este momento difícil, que aparece un conejo señalándole un reloj y Alicia decide seguirlo, cayendo en una madriguera que la llevará al país de las maravillas.<br /></span><br /><span style="font-size:85%;">Esas primeras secuencias, son lo mejor del último trabajo de <span style="font-weight: bold;">Burton</span>, ya que retoma las atmósferas agobiantes en las que sus personajes / álter egos no hallan lugar e intentan rebelarse contra la sociedad y sus absurdas imposiciones. Lástima que esas escenas solo ocupen escasos minutos para luego dar paso a explosiones de artificio sin ninguna hondura.<br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1RMrD_yVLn9vZDRcf_KuMTrdil8dlY4l4t2p85phZqO_3Zw64B5fgOBiG4RVa3eYY_TbO-VrDQby45vTAIRgc_27fw-assOg5GNZ3t24EbTEm1gnWlkHCb8w99Prs6gOIPpG-7nI5VUD5/s1600-h/Alice+wonderland+02.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 240px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1RMrD_yVLn9vZDRcf_KuMTrdil8dlY4l4t2p85phZqO_3Zw64B5fgOBiG4RVa3eYY_TbO-VrDQby45vTAIRgc_27fw-assOg5GNZ3t24EbTEm1gnWlkHCb8w99Prs6gOIPpG-7nI5VUD5/s320/Alice+wonderland+02.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5450115111280436466" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Dicho problema se hace patente desde que Alicia atraviesa la madriguera - portal y comienza a vivir sus aventuras. Es entonces que el temor que rondaba a algunos escépticos sobre el desempeño del realizador de <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Big Fish</span> en esta cinta, se confirma: <span style="font-weight: bold;">Burton </span>ha sacrificado contar un viaje de descubrimiento, autoafirmación y crecimiento personal para privilegiar el arte visual y alimentar su propia imaginería. El mundo de maravillas aparece como un lugar poblado de personajes que, lejos de la oscuridad que poseían en otros filmes del director, se limitan a ser - en su mayoría - peluches animados que se decantan entre el bien o el mal, exentos de cualquier matiz.</span><br /><br /><span style="font-size:85%;">Son estos aspectos los que anulan otros temas subyacentes en la historia, por ejemplo, el de la locura como libertad, que es simplemente esbozado por el personaje del Sombrerero loco - interpretado por un <span style="font-weight: bold;">Johnny Depp</span> un tanto sobreactuado -. Asimismo, la lucha de poder entre la Reina roja (<span style="font-weight: bold;">Helena Bonham Carter</span>) y la Reina blanca (<span style="font-weight: bold;">Anne Hathaway</span>) queda circunscrita a lo caricaturesco de sus caracteres. </span><br /><br /><span style="font-size:85%;">Todo ello nos hace pensar que <span style="font-weight: bold;">Tim Burton</span> se ha dejado ganar esta vez por la maquinaria Disney - y el rentable merchandising que eso significa -, lo cual resulta decepcionante. Sobre todo porque se trata de un director con una filmografía a la que se puede calificar de sólida y consecuente (<span style="font-weight: bold; font-style: italic;">El joven manos de tijera</span>, <span style="font-style: italic; font-weight: bold;">Ed Wood</span>, etc). Por el momento, lo más recomendable es volver a esas películas entrañables y olvidarse de esta <span style="font-weight: bold; font-style: italic;">Alicia...</span> que trajo mucho ruido y pocas nueces.<br /><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDnGJEdNJooDVkHXyVw-HeCLZ7qBhe1ZgqXIYH9z9m2ScXtkZaTh8QLc04gJ3L9I4qc5JROqew8OWy-diSFFZ5iOGJqv1rmEDZS5wfoE8HcqXDpvPrmOT9D81C5yQ0Of2ZuUN1MlQz_LAg/s1600-h/Alice+wonderland+03.jpg"><img style="margin: 0px auto 10px; display: block; text-align: center; cursor: pointer; width: 320px; height: 217px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDnGJEdNJooDVkHXyVw-HeCLZ7qBhe1ZgqXIYH9z9m2ScXtkZaTh8QLc04gJ3L9I4qc5JROqew8OWy-diSFFZ5iOGJqv1rmEDZS5wfoE8HcqXDpvPrmOT9D81C5yQ0Of2ZuUN1MlQz_LAg/s320/Alice+wonderland+03.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5450115323135965026" border="0" /></a></div>Leny Fernándezhttp://www.blogger.com/profile/01154570328103469374noreply@blogger.com9