12 de diciembre de 2007

Almodovar Director y Cinéfilo (II)

Continuando con las referencias fílmicas en el cine de Pedro Almodóvar, aquí va la segunda y última parte de "El Cine por Asalto":

10) KIKA

Peeping Tom (Michel Powell)

Un fotógrafo mata a sus modelos con un estilete incorporado a su trípode mientras filma la escena, y lo hace por el solo hecho de que lo que lo excita es poder capturar el rostro del miedo. Metáfora brillante sobre la voracidad de la cámara, el vampirismo de los focos que acechan a su presa: la star. El voyeur por excelencia.

La película no es sólo eso. Hay que verla. Powell es otro de los grandes maestros que no debemos olvidar.

The Prowler (Joseph Losey)

Es una película atípica en la carrera de Losey. Es una obra noir que trata de un culpable frente a sí mismo, frente a su conciencia. Una perspectiva sobre la culpabilidad que jamás había visto en ese género cinematográfico.

Un extracto de The Prowler aparece en Kika. Así, el personaje interpretado por Alex Casanovas, el marido de Kika, descubre la forma en que murió su madre. De nuevo el cine (aun a través de una pantalla de televisión) nos revela oscuros secretos que nos conciernen.

11) LA FLOR DE MI SECRETO

Ricas y famosas (George Cukor)

Al final de La flor..., Marisa Paredes hace referencia a Ricas y famosas. Como en la película de Cukor, están frente a una chimenea, beben, ambos son escritores que acaban de reconciliarse. Las dos versiones de Riches... son magníficas (sobre todo recuerdo la de Cukor). Mujeres, amigas, romances. Me interesa muchísimo la conjunción de estos tres elementos.

Wise Blood (John Huston)

Uno de los grandes fracasos de Huston, no por falta de calidad sino a causa de la atmósfera irrespirable de la novela en la que se inspiró, Sangre sabia, la de la escritora Flannery O’Connor. La vi cuando se estrenó y me encantaría verla de nuevo. Además, O’Connor, entre los escritores favoritos del personaje de Marisa Paredes (Amanda Gris), fue una gran novelista, fanática religiosa, enferma y torturada por sus propios demonios, dotada de un inmenso talento original.

12) CARNE TRÉMULA

Ensayo de un crimen (Luis Buñuel)

La película de Buñuel tiene múltiples resonancias en la mía. Ya de entrada, por una coincidencia grotesca, tres hombres armados se encuentran una noche en lo de Elena (Francesca Neri). Dos de ellos son policías, David y Sancho, el tercero es un adolescente errante perseguido por la mala suerte. En ese momento la televisión está trasmitiendo Ensayo... y cuando en la pantalla del televisor aparece el título, uno tiene la impresión de que es el título del siguiente capítulo dentro de mi película. Una violenta disputa estalla entre los tres hombres. Un disparo hiere al policía David (Javier Bardem) en la columna vertebral. Cuando Víctor (condenado a 6 años de prisión por un delito que no cometió), que sigue con atención lo que transmite la tele, descubre que David se convirtió en campeón de básquet en silla de ruedas y que se casó con Elena. Jura que cuando salga de prisión se vengará del hombre que robó seis años de su vida.

La culpa y el azar son dos elementos clave en la película de Buñuel (como en Carne trémula). El protagonista de Ensayo... cree tener el don de poder matar a quienquiera que sea nada más desearlo. Eso ocurre numerosas veces, pero lo que él ignora es que las muertes son puramente accidentales y que Buñuel, haciéndole un guiño al surrealismo, hace coincidir las muertes con el momento en que Archibaldo las desea.

Archibaldo se entrega a la policía, incriminándose de asesinatos que la policía no toma en serio. De nuevo, una falsa culpa con una vuelta de tuerca moral, muy de Buñuel.

Que el cielo la juzgue (John M. Stahl)

Es la película más brutal sobre la paranoia de los celos. Es también una película que logra unir dos géneros que me encantan y que parecen tan alejados y diferentes: el melodrama y el thriller.

13) TODO SOBRE MI MADRE

All about Eve (Joseph Leo Mankiewicz)
El título de Todo sobre mi madre viene del original de La malvada. Las dos hablan de mujeres y de actrices. Mujeres que se confiesan y mienten en el camarín de un teatro, transformado en un sancta sanctorum del universo femenino. Adoro cada imagen y cada palabra de esa película. Una máquina perfecta en todo sentido. Existe casi un subgénero de películas donde las heroínas y protagonistas son las mismas actrices. Siento una debilidad muy especial por ellas (Sunset Boulevard, Nace una estrella, La leyenda de Lylah Clare, ¿Qué pasó con Baby Jane?, California Suite, Dulce pájaro de juventud, Cantando bajo la lluvia, Fedora, Lo importante es amar, Dos semanas en otra ciudad, El desprecio, La dolce vita y Opening Night). Por eso dedico mi película a las actrices que en un momento dado tuvieron que interpretar a actrices. En especial a Bette Davis, Romy Schneider y Gena Rowlands.

Opening Night (John Cassavetes)


Ya confesé mi admiración por Cassavetes, actor y director. Esta película cuenta los problemas de una actriz alcohólica, que pierde la razón poco a poco. Sus conflictos con los hombres, las tensiones con la autora de la obra que representa y con el director durante los ensayos anteriores al estreno en Nueva York. (Jamás oculté que la escena del accidente del hijo de Cecilia Roth en Todo sobre mi madre estuvo inspirado en esta película.)Noche de estreno tiene una escena inolvidable y brutal sobre las relaciones de un director y sus actores. Estaba previsto que se levantara el telón a las 19, teatro colmado a no poder más, como siempre que hay un estreno en Nueva York. Sin embargo, Myrtle, la actriz principal (Gena Rowlands, incomparable, fantástica como nunca antes la había visto, representa de manera magistral el rol de borracha), no llegó todavía al teatro. Todo el mundo está desesperado. La función está por levantarse cuando llega la actriz con una curda monumental que le impide poner un pie delante del otro. Todos salen a ayudarla, le piden un café para ver si se repone. El director (Ben Gazzara) prohíbe que la toquen o que la ayuden. Myrtle se dirige a su camarín. Para llegar ahí debe recorrer un pasillo, que en su estado es una prueba tan difícil como caminar sobre una cuerda. En un gesto que parece de una crueldad sin nombre, el director exige que Myrtle vaya a su camarín caminando sola. Una vez allí le podrán llevar y dar todo el café y la ayuda que necesite. Myrtle acepta el desafío, como una sonámbula. En el camino cae varias veces al suelo, se golpea contra las paredes. Es casi un milagro que después de tantas caídas y golpes llegue finalmente a su camarín sin ninguna fractura.

Cuando el actor vive un infierno personal, aun cuando el mismo sea causado por el rol que debe interpretar, y el director hizo todo lo posible por ayudarlo, llega el momento en que el actor debe transitar ese largo pasillo interior, real travesía del desierto, y debe hacerlo solo. En ese momento el director se transforma –a pesar de él mismo– en un ser cruel y autoritario, pero no puede hacerlo de otra manera. ¡Es la regla del juego!

14) HABLE CON ELLA

Amanecer (F.W. Murnau)
De todas las películas mudas que había visto antes de El amante menguante, Amanecer es la que se correspondía mejor con mis intenciones. Incluso los cartones con las inscripciones en letra manuscrita me inspiraron. Un Murnau moderno e indispensable.

Animal Crackers (Victor Heerman)

Harpo se pasa toda la película persiguiendo a las jovencitas que se cruzan como si fuera un sátiro; y ellas, locas de contentas. La película termina con una escena muy loca donde un montón de gente se encuentra en el mismo lugar, jovencitas, notables, representantes del orden, los otros hermanos Marx y Harpo. El actor mudo de pelo ensortijado, como un diablito concupiscente, tiene en la mano uno de esos aparatos pulverizadores que se usaban en los años ‘50 para matar moscas. Rocía a la concurrencia con un gas soporífero, cayendo todo el mundo en un sueño profundo. Solamente Harpo permanece consciente. Observa la escena con delectación y percibe a un grupo de jóvenes mujeres adormecidas unas sobre otras. Sus ojos destellan deseo. Se acerca golosamente al grupo de jovencitas y uno cree que se va a aprovechar de la ocasión violándolas alegremente una tras otra mientras están inconscientes. Toma el pulverizador, lo vuelve contra sí, aspira el gas soporífero y cae en un sueño profundo sobre el montón de jóvenes. Lo que quería era sumergirse en su interior, continuar la persecución y jugar con ellas en lo más profundo de sus sueños.

Por más que sea abstracto y un poco surrealista, ilustra muy bien lo que Benigno, el enfermero de Hable con ella, desea hacer al final de la película, cuando se toma una gran cantidad de pastillas una tarde de lluvia. Quiere caer en un coma para poder unirse con Alicia, la joven de la que se ocupó durante cuatro años y de la que está enamorado.

Alicia entró en estado de coma después de un accidente de auto, una tarde de lluvia. De alguna manera, Benigno considera la lluvia como un buen augurio. Para él, la lluvia es una suerte de puente que conectaría el mundo real con el de las mujeres en coma. En ese mundo paralelo que él se creó, caer en coma es acompañar a su adorada Alicia en su sueño eterno, lejos del nuestro, el mundo real.

15) LA MALA EDUCACIÓN

La bestia humana (Jean Renoir) y La bestia humana (Fritz Lang)


Las dos estuvieron inspiradas en la novela de Emile Zola.

Pacto de sangre (Billy Wilder)
Wilder es otro de mis favoritos en todos los géneros: comedia, drama o thriller. En La mala educación, dos de los personajes entran a un cine donde se anuncia el próximo estreno de Pacto de sangre y están proyectando La bestia humana y Teresa Raquin (Carné). Cuando salen, uno de ellos comenta a propósito: “Es como si todas esas películas hablaran de nosotros”. Y ése es precisamente el caso. Los dos hombres, uno de los cuales sedujo al otro, vienen de cometer un crimen.
En las dos adaptaciones de Emile Zola, así como en Pacto de sangre, uno de los personajes es impulsado por el otro, a quien él ama perdidamente, a cometer un crimen con la ilusión de que ese crimen los unirá para siempre. Esta situación es el arquetipo de la película noir sentimental, fatalista y romántica. Quería usarlo en una de mis películas.

El círculo rojo (Jean Pierre Melville)
Nada que ver con los thrillers hechos hasta ese momento. El círculo... es una película noir austera y refinada, donde todos los personajes son implacables. La película habla de una partida de caza donde no hay lugar para las mujeres. Como en La mala educación, no hay más que hombres. Durante la gestación quise abordar el noir, pero en España no existe esa tradición. Sólo Francia ha cultivado el género sin pretender imitar los grandes thrillers americanos. De todos, Melville es quien representa la quintaesencia de la película noir a la francesa, y tiene a lo largo y a lo ancho del mundo émulos que van de Tarantino a Kitano.

Nadie fue tan lejos en la utilización del silencio. Es verdad, Antonioni y Bresson lo hicieron, pero forman parte de otro universo. Mencionar La bestia humana y ésta de Melville es mi homenaje al film noir francés.

16) VOLVER

Entre tantas otras cosas, en Volver hay un fantasma. No es una película de horror sino una comedia dramática. Los vivos y los muertos conviven sin fricciones. En cine, mis fantasmas preferidos no son los de los películas de horror. Prefiero definitivamente la manera en que Bergman o Buñuel tratan sus fantasmas: aparecen simplemente en pantalla sin efectos especiales. También me gusta mucho lo que hizo Hitchcock. Rebecca es la película de fantasmas por excelencia, o Vértigo. También pienso en una exquisita comedia de David Lean.

Un espectro travieso (David Lean)

Rex Harrison es un novelista casado en segundas nupcias, a quien se le aparece su difunta primera esposa para arruinarle la existencia con su segunda mujer. El escritor apela a un “especialista” (la deliciosa Margaret Rutherford, muy joven) para deshacerse de su fantasma. La película ganó un Oscar, casualmente por los efectos especiales que le dan al fantasma un tono verdoso cuando aparece.

4 comentarios:

Rafael Arévalo dijo...

Alucinante toda la chamba que te has metido. Se nota que has investigado a forro y has visto más allá de lo evidente. Almodóvar siempre ha reconocido su deuda con el cine y siempre es bueno verla tan bien estructurada. Me gusta tu blog.

Leny Fernández dijo...

Hola Rafael:

Bueno, el post es la segunda parte de un artículo llamado "El Cine por Asalto" publicado en la web del diario argentino Pagina 12 y en el texto es el mismo Almodóvar que habla de sus películas y las referencias utilizadas...

Me gustan mucho varias películas de Almodóvar y uno de los motivos quizás sea ese tufillo cinéfilo que veo en él y el hecho que adore el cine clásico como yo lo hago...

Gracias por comentar... Saludos

Leny

Anónimo dijo...

Ensayo de un crimen. Archivaldo de la Cruz no cree que él haya cometido los asesinatos, es perfectamente consciente de que no ha sido así y de ahí procede su frustración: ve como el amante despechado asesina a tiros a su prometida y sabe también que Patricia Terrazas se ha suicidado. Su desesperación por no poder consumar un solo asesinato le lleva a quemar el maniquí de Lavinia. Ésto es perfectamente visible en la película.
Por cierto, en España "Double indemnity" de B. Wilder se llamó "Perdición", es curioso lo de los doblajes, como cambian en cada país.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Ensayo de un crimen. Archivaldo de la Cruz no cree que él haya cometido los asesinatos, es perfectamente consciente de que no ha sido así y de ahí procede su frustración: ve como el amante despechado asesina a tiros a su prometida y sabe también que Patricia Terrazas se ha suicidado. Su desesperación por no poder consumar un solo asesinato le lleva a quemar el maniquí de Lavinia. Ésto es perfectamente visible en la película.
Por cierto, en España "Double indemnity" de B. Wilder se llamó "Perdición", es curioso lo de los doblajes, como cambian en cada país.
Un saludo.